Archivo mensual 21 diciembre, 2019

REFLEXIÓN Y FIESTA FIN DE AÑO

Este ha sido un año muy duro. Las migraciones y las situaciones de vulnerabilidad se presentan en muchas ocasiones con la retorcida forma de una culpabilidad externa, no es culpa de la sociedad, no es culpa de un sistema económico, es culpa de las personas que están en esa situación. No solo eso, es que además según nos dicen ellos son los culpables de que a los demás nos vaya peor.

Hay muchas voces que intentan desmontar esa mentira, pero es difícil cuando una parte de la sociedad, medios de comunicación, distintos púlpitos intentan mantener el engaño. Lo cierto es que si uno no es tonto ni malo debe ser consciente de que los migrantes están ayudando a levantar este país, no solo en lo económico, también en lo social.

Por eso hoy nos hemos reunido de fiesta, amig@s, voluntari@s, trabajador@s, soci@s, nos hemos reunido para valorar y celebrar el trabajo de un año. Nos queda mucho por hcer, pero estamos satisfechos de lo que hemos hecho. Nos duele que cada año haya más convocatorias por las muertes en el estrecho, casi 800 según las fuentes más fidedignas, ni siquiera lo sabemos con seguridad. Nos duele que las administraciones se muestren en algunos casos indiferentes o en el peor de los casos vean solo un “gasto” el tema de la vulnerabilidad. Pero también nos alegra las ocasiones en las que estas administraciones apoyan, en las que las personas muestran su lado más solidario, donde vemos como van saliendo de situaciones de vulnerabilidad, con mucho esfuezo algunas personas. Nos alegra la sonrisa de los niños y jóvenes con los que compartimos espacios, las madres que se van empoderando. Somos optimistas porque hay muchas personas que apoyan nuestro proyecto y que siguen creyendo en el. Por esto nos hemos juntado un año más para celebrar el que termina.

MUCHAS GRACIAS A TOD@S LOS QUE LO HABÉIS HECHO POSIBLE

FELICES FIESTAS A TOD@S LAS PERSONAS QUE CREEN EN LOS DEMÁS, EN “ALGUIEN COMO TU”.

¡69 NUEVOS MUERTOS EN EL ESTRECHO!

Con mucha rabia por las 69 NUEVAS MUERTES, con algunas personas de las que han viajado en la patera con muertos, nos volvemos a concentrar para denunciar esta verguenza.

Hoy es 18 de diciembre, día internacional de las personas migrantes. Nos habría gustado celebrarlo de otro modo. Habríamos preferido un encuentro de convivencia, o publicar un manifiesto proclamando los beneficios del mestizaje, la riqueza del intercambio; reivindicando el derecho a migrar, recordando la obligación de toda persona bien nacida a acoger, a abrir su puerta a quien llama necesitado de pan, de justicia, de libertad o de paz. Nos habría gustado, pero no. De nuevo la muerte nos devuelve a la realidad más allá del deseo, la muerte más allá del trabajo cotidiano; la muerte más allá de las mil noticias repetidas, falsas o no, sobre política, sobre economía, sobre la integridad del territorio nacional o sobre el penúltimo caso de corrupción. Esas noticias que saturan nuestra atención y provocan el olvido de la otra verdad, de la otra vida que no es llamativa, de la necesidad de pensiones digas, del derecho de todos al trabajo y a la vivienda, de la honradez de tantas personas en su trabajo cotidiano… y, sobre todo, nos alejan de estas muertes que casi nunca son noticia. De la muerte de una persona quemada en un asentamiento chabolista en Huelva, esos vertederos humanos en los que mal habitan miles de trabajadores inmigrantes también en nuestra provincia; de la calle como única alternativa de vivienda para tantas personas, migrantes o no, en estos días de frío; del olvido de la legislación internacional para no acoger a solicitantes de asilo ni a inmigrantes económicos, mientras nuestros gobiernos
invierten grandes recursos en pactos desconocidos con países como Marruecos, o en reforzar la vigilancia, las vallas y las fronteras para control de las personas, que no de los capitales.

Hace unos años, para celebrar este día, se acuñó un buen slogan: “somos diferentes, somos iguales”. Era una buena frase que soportaba un buen deseo. Pero hoy tenemos que reconocer con tristeza que por suerte somos diferentes si, con lo que eso significa de riqueza para todos de posibilidad de intercambio, de crecimiento personal y social; pero no somos iguales, somos profundamente desiguales. Somos desiguales en derechos, en posibilidades económicas, en acceso al trabajo, en acceso a la vivienda, en libertad y en tranquilidad para habitar nuestros barrios y nuestras calles, y desiguales para viajar y buscar la vida donde más nos convenga. Es la desigualdad más injusta e inhumana la que hoy hace que nos tengamos que concentrar de nuevo para no celebrar ningún día internacional, sino para reconocer avergonzados, indignados una vez más, la terrible injusticia que sigue provocando tantas muertes; la indignidad más absoluta de quienes no parece que hagan nada por solucionarlo y la degradación social que refleja la enorme indiferencia que parece mostrar la mayor parte de la sociedad.

Una vez más, no en nuestro nombre. No admitimos esa nueva sangre en nuestras manos. Gritamos con el silencio que nos negamos a ser cómplices de tanta deshumanización. Como hace una semana usamos la música y una vez más recurrimos a la poesía de Pilar del Río “Mi hijo muere cada tarde en el mar”. Guardamos un minuto de silencio…… Y juntos proclamamos nuestra denuncia y reivindicación :

– Mostramos nuestra más absoluta indignación por la continua repetición de esta injusticia que supone tantas muertes para llegar a Europa.

– Exigimos que se tomen medidas concretas y urgentes para evitar que se vuelva a repetir esta vergüenza, y garantizar la seguridad de las personas que se ven obligadas a migrar.

– Exigimos que los distintos gobiernos abran vías seguras de migración para las personas que se ven forzadas a dejar sus casas y familias por causa de las guerras, el hambre y las injusticias.

– Exigimos que se hagan todos los esfuerzos necesarios para respetar la memoria de las víctimas, para identificarlas y comunicar la desgracia a sus familiares.

– Nuestra sociedad pierde sus valores fundamentales si no reacciona de forma más humana y nuestras administraciones no pueden parecer, ni aparecer, como insensibles a esta dramática situación.

¡NO MÁS MUERTES PARA LLEGAR A EUROPA, POR UN MEDITERRÁNEO SOLIDARIO!

CIRCULO DE SILENCIO: NO SE TRATA SOLO DE MIGRANTES

Almería Acoge fue la encargada de conducir el Círculo de Silencio del mes de Diciembre de la Plataforma Almería Contra la Pobreza. El Círculo se dedicó especialmente a la situación de los migrantes ya que el 18 de Diciembre se celebra el Día Internacional del Migrante. Con un manifiesto y una canción quisimos llamar la atención sobre los migrantes.

MANIFIESTO DE CÍRCULO DE SILENCIO. DICIEMBRE DE 2019

El calvario de las personas migrantes y refugiadas de cualquier edad no acaba con su llegada a suelo europeo. Hasta alcanzar la necesaria tarjeta de residencia o el permiso de trabajo nuevas vallas y concertinas le aguardan: las barreras de la espera interminable o de los obstáculos administrativos múltiples, las mil y una trabas burocráticas de una administración descoordinada y sin interés. Certificados de empadronamiento, documentación que acredite el arraigo, idas y venidas en laberintos documentales, la búsqueda en la maraña administrativa del último escrito que le autorice a ser persona, a no andar con miedo, a no ser explotado, a no estar escondido salvo en horas de trabajo.

Luego vendrán las otras fronteras, más duras aún, las vallas del miedo, del desprecio, del recelo, de no encontrar sitio como personas en la ciudad, en el pueblo, en el campo en el que esperaban reconstruir su vida.
No existe en el Estado español un sistema integral de acogida, pues en las políticas migratorias prevalece la lógica del control y la gestión de los flujos de seres humanos; a ese control dedica el Estado la mayor parte de sus recursos y energías, como dedica la mayor parte de la sociedad las suyas al rechazo, a los bulos, a la sospecha o, cuando menos, a la despreocupación más absoluta.

Y para esta fría racionalidad controladora, las personas son números y curvas estadísticas, no tienen cuerpo ni hambre, no pasan frío, no tienen miedo. Hemos encerrado el dolor en datos, en estadísticas, en cifras, en gráficos, en cuadros, en programas informatizados. Miramos el dolor como dato, no como la experiencia
personal de un sujeto individualizado y sufriente, que dejó jirones de su piel al saltar esas murallas de la infamia, que son las concertinas.

Así es como en el supremo ejercicio del derecho estatal a controlar su territorio se pisotean diariamente los derechos fundamentales de las personas, como no ocurre en ningún otro ámbito de la realidad social. Así es como para los medios xenófobos de la desinformación el último inmigrante ahogado o el penúltimo niño desamparado que duerme en la calle no son más que una parte de la oleada, de la avalancha, no son personas, son indocumentados, no son menores, son menas. Y esto es lo que ha calado en una sociedad despreocupada o empeñada en cargar sobre estas personas la culpa de su deteriorada y mediocre humanidad. La capacidad de acogida no es una cuestión técnica, numérica o estadística, sino la opción política preferente por los derechos humanos de las personas, y la opción más humana por la vida de quienes llegaron a este lado del mundo huyendo de la violencia, de la pobreza o de la injusticia.

Despojados de su humanidad al reducirlos a datos estadísticos, asimilados a seres inertes al equiparar su llegada a fenómenos devastadores de la naturaleza (oleada, avalancha), privados de su inocencia al criminalizar las conductas de niños desamparados, la única justicia reparadora para migrantes, refugiados o menores es que la ley les devuelva su humanidad y nosotros la justicia.

Por eso, recordamos una vez más a quienes murieron intentando llegar. Durante 2019 son, al menos, 665 las personas que han muerto en el mar en la ruta hacia España. 63 solo la semana pasada. Hoy tenemos también un silencio en su recuerdo.

Y hoy recordamos también que no lo hacemos solo por ellos, por los que murieron intentándolo y por los que consiguieron llegar y ahora nos interpelan con su presencia, sino también por nosotros, porque:

NO SE TRATA SOLO DE MIGRANTES

Las sociedades económicamente más avanzadas desarrollan un marcado individualismo que produce la globalización de la indiferencia. En este escenario, las personas migrantes, refugiadas, desplazadas y las víctimas de trata, que sufren conflictos violentos, guerras, injusticias y discriminaciones, se han convertido en el emblema de la exclusión. Además de soportar todas estas dificultades, les consideramos responsables de los males sociales. Sin embargo, la presencia de estas personas en situación de vulnerabilidad representa una oportunidad para recuperar algunos de los valores de nuestra humanidad:

No se trata sólo de migrantes, también se trata de nuestros miedos.

La maldad y falsedad de nuestro tiempo acrecienta nuestros miedos al otro, al desconocido, al marginado y forastero. Cuando el miedo condiciona nuestra forma de pensar, nos convertimos en seres cerrados, privándonos del encuentro con aquella persona diferente, privándonos de abrir el corazón, privándonos de humanidad.

No se trata sólo de migrantes, se trata de la caridad.

En todas las religiones, a través de las obras de caridad se muestra la fe. En estos momentos en los que muchas personas que se dicen creyentes olvidan que no es posible serlo apoyando a quienes están en contra de los más débiles, recordamos que la mayor caridad que podemos ejercer es con quienes no pueden corresponder. Están
en juego nuestros valores. Se pone en evidencia nuestra aparente felicidad, enferma porque está construida al margen de la realidad y a costa, muchas veces, del sufrimiento de los demás. No cedamos ante la lógica que justifica el abuso de los demás para el beneficio propio.

No se trata sólo de migrantes, se trata de nuestra humanidad.

Sentir compasión significa reconocer el sufrimiento del otro y pasar a la acción para aliviar y curar. Sentir compasión significa dar espacio a la ternura que la sociedad actual reprime. Abrirse a los demás enriquece, ayuda a ser más humano.

No se trata sólo de migrantes, se trata de no excluir a nadie.

No hay muchos países pobres, hay muchos países empobrecidos que siguen agotando sus recursos naturales y humanos en beneficio de unos pocos privilegiados, de los países que robamos o aprovechamos esas riquezas y nos llamamos desarrollados. Las guerras afectan a unas pocas regiones del mundo, pero la fabricación de armas y su venta se lleva a cabo en otras regiones que después rechazan hacerse cargo de las personas refugiadas que dichos conflictos generan. Quienes sufren son siempre los más vulnerables. El auténtico desarrollo es aquel que pretende incluir a todos los hombres y mujeres, promoviendo su crecimiento integral
con plenas oportunidades y derechos, y preocupándose por las generaciones futuras.

No se trata sólo de migrantes, se trata de todas las personas.

En cada actividad política y social debemos poner en el centro siempre a la persona en sus múltiples dimensiones. Toda persona tiene derecho a ser tratada con igualdad. El desarrollo implica promover a todas las personas de forma integral. Se trata de que podamos ayudar y reconocer en las personas migrantes, si son acogidas y respetadas, una ocasión para construir una sociedad más justa, una democracia más plena, un país más solidario y un mundo más fraterno.

La respuesta al desafío de las migraciones se puede resumir en cuatro verbos: acoger, proteger, promover e integrar. Pero no solo aplicados a las personas migrantes y refugiadas, sino a toda persona excluida en situación de vulnerabilidad. No solo está en juego la causa de los migrantes. A través de las personas migrantes y refugiadas, de la postura que tengamos ante ellas, estamos llamados a liberarnos de la indiferencia; y a construir un mundo más justo y más humano.

RUGBY ALMERIA Y TALLERES PUCHE

En estos días se han desarrollado algunas actividades que nos parecen muy interesantes ya que por un lado abren El Puche a la ciudad y por otro la ciudad se acerca a este barrio a conocer y colaborar con su gente.

En este sentido se ha realizado una actividad con el URA (Unión Rugby Almería). Como ya hemos dicho muchas veces, desde la Asociación Almería Acoge creemos que el deporte es una gran herramienta para fomentar en los más jóvenes valores positivos, tanto para ellos como para la sociedad en general. Por ello, el equipo de El Puche se puso en contacto con la Unión Rugby Almería, con la cual comparte esta idea de deporte como herramienta de cambio y que se ofrecieron encantas a colaborar y a que esto no quede en una actividad puntual.

Nos visitaron en el taller algunos jugadores y miebros de la Unión Rugby Almería que conocieron , los cuales les explicaron a los chicos las reglas del Rugby y los valores que desde la Unión pretenden fomentar, como son el respeto, la igualdad de género y la inclusión. Además de esto, prepararon un pequeño entrenamiento para nuestros chicos en el que pudieron practicar algunas habilidades necesarias para este deporte y disfrutar de un muy buen rato.

Desde aquí queremos agradecer a la URA su colaboración e implicación y desear que se alargue en el tiempo.

Por otro lado los talleres que se van desarrollando en el IES RIO ANDARÁX, están dando sus resultados. Son una apuesta para lograr la transformación del barrio. Sabemos que es necesario aunar fuerzas y trabajar coordinados con las diferentes entidades y agentes que trabajan en el barrio. Por ello, y desde hace bastante tiempo, se inició la colaboración con el IES Río Andarax por considerarlo uno de los agentes más importantes debido a que la gran mayoría de jóvenes del barrio acuden a él diariamente.

Fruto de esta colaboración se comenzaron los talleres que el equipo de El Puche, en coordinación con el centro, viene realizando con los alumnos y alumnas de 1º y 2º de la ESO. En estos talleres se pretende, a través de dinámicas y juegos, trabajar la cohesión grupal, el trabajo en equipo, la resolución pacífica de conflictos, gestión de emociones, etc.

Aprovechando los buenos frutos que estos talleres están dando, el equipo de El Puche y el IES Río Andarax han comenzado otro proyecto que puede favorecer la convivencia en el centro. Este proyecto; que ya lleva dos sesiones es la formación de mediadores. Entre el equipo educativo y el equipo de El Puche, se han seleccionados alumnos y alumnas en los que se confía y que creemos que reúnen las características necesarias para ejercer como mediadores y mediadoras, pero dependerá de ellos y de ellas la decisión de implicarse y el grado en el que lo harán. Por ahora, tanto equipo como alumnos y alumnas, estamos muy contentos que el desarrollo de las sesiones por lo que esperamos y deseamos, que este intenso trabajo de buenos frutos.

MANIFIESTO DÍA INTERNACIONAL DEL VOLUNTARIADO

Hoy 5 de diciembre, celebramos el Día Internacional del Voluntariado, y la Asociación Almería Acoge recuerda a toda la sociedad, que la acción voluntaria es una oportunidad personal que está cerca de ti, cerca de la persona que quiere mirar algo más allá de su propia realidad.

Miles de voluntarios y voluntarias, representan en Andalucía una fuerza extraordinaria y difícilmente medible que supone el alivio de los que hoy están en riesgo de exclusión social, que son 4 de cada 10 andaluces y también de numerosas causas necesitadas de atención y que van desde lo social, a lo medioambiental, de la cooperación al desarrollo a las numerosas patologías que padecen tantas personas.

Por eso hoy es día para recordar , para reconocer, para animar, para decir bien alto GRACIAS por todo eso que lleváis dentro y que no habéis querido guardar… gracias porque miles de personas han recogido ese generoso esfuerzo y lo han transformado en voluntad de vivir, de trabajar, de cuidar, de avanzar…

Para todo ello Almería Acoge se acerca y cuida a la persona voluntaria, a través de sus entidades socias, para seguir animando el voluntariado, para formarlo adecuadamente y para acompañarlo, en cualquier barrio, cualquier pueblo, cualquier rincón de Almería.

Esto no es posible sin el adecuado apoyo de las administraciones públicas y privadas que deben seguir confiando y dando esperanzas a los distintos colectivos , reconociendo a las entidades de voluntariado como socias de un trabajo bien hecho, y no como beneficiarias sólo de ayudas… No olvidemos que la solidaridad genera riqueza económica, y hace más amable la convivencia, incide en el progreso social de una manera directa porque hace que la sensación de satisfacción sea mayor…

Este año que concluye, reivindicamos también la atención urgente a ese hogar que nos acoge, nos nutre y nos da vida; ese medioambiente que agoniza por la inconsciencia y la codicia. Como contrapunto al individualismo apelamos al valor del voluntariado para un verdadero cambio de paradigma.

Cerca de ti hay necesidad, cerca de ti hay personas voluntarias que te pueden animar y ayudar, cerca de ti hay entidades de voluntariado que son al final los hogares donde “viven” todas esas inquietudes personales y que saben transmitir lo mucho y bueno que hay en ellas.

En este Día Internacional del Voluntariado MANIFESTAMOS QUE QUEREMOS ESTAR CERCA DE LOS QUE SUFREN, CERCA DE LO QUE PIDEN A VOCES NUESTRA AYUDA, CERCA DE LOS QUE NOS ACOMPAÑAN EN LA TAREA, EN DEFINITIVA…. CERCA DE TI.
FELIZ DÍA DEL VOLUNTARIADO 2019

MUERTES EN EL ESTRECHO, POR UN MEDITERRÁNEO SOLIDARIO

NO MÁS MUERTES PARA LLEGAR A EUROPA POR UN MEDITERRANEO SOLIDARIO

A pesar de la condiciones atmosféricas o, quizás con más razón por ellas, nos volvemos a concentrar para denunciar 14 nuevas muertes en el estrecho, en nuestras costas más cercanas. Seguimos y seguiremos siendo la conciencia de un país que no puede mirar para otro lado, de una Europa que tiene que mirar al Sur.

Otras 14 personas dejaron de existir el martes pasado. A duras penas nos vamos enterando del número de muertos y desaparecidos desde el día 26 de noviembre. No es fácil escucharlo en la radio o verlo en un periódico. No es importante que mueran 14 nadies. Es una tragedia, sí, pero solo para quienes han muerto, para sus familias, para quienes compartían esa barca de ilusiones que se convierte en muerte otra vez. No es una tragedia para este lado del mar, para quienes cada vez hacen menos caso de estas muertes repetidas. Ya no es ni tan siquiera noticia. Si acaso una nota frecuente que solo llama la atención si el número de muertos es muy alto o si aparece un niño flotando muerto y nos estropea la siesta, y, hasta eso, cada vez menos.

Pero no es un accidente. Es el resultado asquerosamente macabro de tanta mentira que hemos construido para resguardar nuestro egoísmo o nuestra tranquilidad inconsciente.  Estas muertes son el resultado seguro de nuestra forma de vida, de un sistema económico y social que se asienta en la expropiación de las riquezas naturales de la mayor parte del mundo para que en la otra sigamos gastando más de lo que tenemos. La muerte de unos es el precio de tanto despilfarro, de la locura consumista, de un tipo de vida basado en tantos black friday que solo ofrecen muerte a quienes no pueden participar en ellos. Es el resultado del nuevo opio de un pueblo adormecido por la gran mentira de que esta tierra es nuestra, de que tenemos derecho a fabricar muros, fronteras, concertinas para preservar lo que no es de nadie, porque este mundo no pertenece a nadie y debería ser la casa de todos.

No, no es un accidente, nunca lo ha sido. Y si alguien se pregunta ¿entonces qué hacemos?, ¿cómo se organizan las migraciones?, ¿no tenemos derecho preservar nuestro territorio, nuestra economía, nuestra identidad?, tendremos que recordar una y mil veces que, si esto es a costa de la vida de otras personas, estaremos siendo cómplices de su muerte. Estaremos siendo cómplices de un sistema criminal que es quien está causando el hambre y las guerras que expulsan a las personas de su propia casa, los gobiernos y la economía que reparten el pan y la tierra por la ley del más fuerte, las fronteras y el silencio que esconden los muertos y asustan a los que quedamos vivos para que no protestemos.

Una vez más denunciamos este crimen continuado y proclamamos públicamente que no queremos ser cómplices de estas muertes. Reivindicamos la necesidad de cambiar cuantas políticas sean necesarias para salvaguardar nuestra propia dignidad y la vida de las personas como valor supremo.

Una vez más recurrimos a la poesía de Pilar del Río “Mi hijo muere cada tarde en el mar”.

Guardamos un minuto de silencio y juntos proclamamos nuestra denuncia y reivindicación

  • Mostramos nuestra más absoluta indignación por la continua repetición de esta injusticia que supone tantas muertes para llegar a Europa.
  • Exigimos que se tomen medidas concretas y urgentes para evitar que se vuelva a repetir esta vergüenza, y garantizar la seguridad de las personas que se ven obligadas a migrar.
  • Exigimos que los distintos gobiernos abran vías seguras de migración para las personas que se ven forzadas a dejar sus casas y familias por causa de las guerras, el hambre y las injusticias.
  • Exigimos que se hagan todos los esfuerzos necesarios para respetar la memoria de las víctimas, para identificarlas y comunicar la desgracia a sus familiares.
  • Nuestra sociedad pierde sus valores fundamentales si no reacciona de forma más humana y nuestras administraciones no pueden parecer, ni aparecer, como insensibles a esta dramática situación.

    ¡No más muertes para llegar a Europa! ¡Por un Mediterráneo solidario!