De nuevo la tragedia, la muerte, la vergüenza, aparecen flotando en nuestras costas; el pasado jueves día 8, seis personas conseguian llegar, apenas, a la isla de San Andrés en Carboneras, el día siguiente un joven de 20 aparecía muerto en Mesa Roldán y el sábado la macabra lista se completó con un niño de ocho años que ha dejado de ser una preocupación para nuestro mundo acomodado en la queja porque también apareció ahogado cerca de la Isleta del Moro. Nadie sabe cuantas personas más han desaparecido, han muerto en ese intento.