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UNA VIDA, 50 EUROS

Hay quien se dedica a estudiar, cuantificar y valorar el impacto social que tiene una inversión, incluso cuando ésta no tiene un valor de mercado tangible. Es lo que se llama Retorno Social de la Inversión.

Dicho de una forma más inteligible, los expertos afirman que por cada euro que se invierte en temas como educación o cohesión social, revierte entre una media de 4 euros. La verdad es que no está nada mal. Es una forma más inteligente de mirar el esfuerzo por mejorar la situación de las personas y la
realidad que nos rodea. Un análisis inteligente de lo que aportan entidades como la nuestra a la sociedad que muchas veces la sociedad ignora y quienes la gobiernan parecen olvidar.

En 2023, como venimos haciendo desde hace más de 30 años, Almería Acoge desarrolló un “Proyecto para la inclusión social de personas obligadas a vivir en asentamientos en Andalucía “ . Un proyecto que desarrollaba acciones formativas de distinto tipo, asesoramiento en materia de extranjería y detección de
víctimas de trata de seres humanos, entre otras cosas.

Todos sabemos que uno de los principales problemas relacionados con la inmigración en la provincia es la proliferación de asentamientos de infraviviendas, y una de las desgracias más repetidas últimamente en estos vergonzosos asentamientos, son los incendios en los mismos.

Pues bien, como pensamos que no basta con escandalizarse y denunciar la situación, ese proyecto, desarrollado en la comarca de Nijar, también comprendía el desarrollo de “acciones formativas y de sensibilización sobre prevención de incendios”, y en cada uno de los 6 cursos realizados en otros
tantos asentamientos, se les proporcionó un extintor a cada grupo participante, unos extintores que costaban 50€.

Cuando realizamos cualquier tipo de taller, siempre intentamos evaluar si los conocimientos adquiridos resultan realmente de utilidad o si son utilizados de manera práctica. En esta ocasión la evaluación fue fácil: uno de los últimos talleres se desarrolló ya en el mes de diciembre, y cuatro días después del taller se produjo un incendio en el mismo asentamiento. La persona que ocupaba la chabola que comenzó a arder se encontraba dentro y no podía salir. Salvó su vida gracias a que sus compañeros pudieron apagar con el extintor ese amasijo de plásticos, cartones y maderas que son a un tiempo paredes y combustible, y de paso impidieron que se propagase por todo el asentamiento.

Puede que alguien estuviera calculando cuánto habrá revertido a la sociedad Almeriense ese gasto de 50€ de cada extintor, o cuánto supondrá por la inversión global de ese proyecto. No es una cuenta difícil.

Yo me quedo con otra más sencilla: 50€ salvaron la vida de un hombre. Una vida. Una persona. Ese ha sido el mejor resultado de este proyecto. Una vida, Una persona. Si alguien no lo ve claro, no está haciendo cuentas, está inventando cuentos.

Juan Miralles

UNA PARTE DEL BARRIO QUE ARDE: ASENTAMIENTO DEL WALILI

Imagina que una parte de tu barrio ardiera en llamas. Imagina que tus vecinos y vecinas perdieran su casa, su cama, su ropa, sus muebles, sus fotos, sus documentos y todo aquello que convierte cuatro paredes en un hogar, por muy humilde que este sea. Imagina que tú mismo o tú misma vieras cómo el fuego devora todo lo que tienes reduciéndolo a cenizas. Y, por último, imagina que esto ocurre con una regularidad poco frecuente, con demasiada asiduidad, pongamos cada 5 o 6 meses. ¿No crees que saltarían las alarmas? ¿No sería lógico pensar que está ocurriendo algo anormal y que debería investigarse o, al menos, prestar una especial atención?  ¿No sería lógico que desde los organismos públicos se mostrara algo de interés especial por conocer qué está ocurriendo y por qué un barrio arde cada cierto tiempo? ¿No tendría sentido que se intentara buscar solución a este drama tan recurrente?

Pues esta es la realidad a la que se enfrentan los vecinos y vecinas de los asentamientos del Campo de Níjar y porque, guste o no guste, quiera o no aceptarse, son vecinos y vecinas de esta localidad.

El 28 de Marzo, el fuego volvió a acudir a su cita con los asentamientos, en concreto con el asentamiento de Walili, también conocido como Los Nietos o El Nazareno, que ha ido viendo menguar sus habitantes en los últimos tiempos debido a los incendios. Ardieron entre 15 y 20 chabolas, dejando sin nada a alrededor de 40 personas. Todas están casi seguras de lo que va a ocurrir, pocas pueden asegurar la razón de lo que pasó, pero hoy se despertaban en el suelo, algunas al raso, otras con más suerte en la chabola de algún amigo o vecino se ha ofrecido a acogerlas. Alguna persona todavía se despertaba con la esperanza de reconstruir su chabola, de empezar de nuevo, pero la mayoría es consciente de que las máquinas del ayuntamiento vendrán para limpiar el terreno y socavarlo para que no puedan construir de nuevo sus casas, conocen bien el procedimiento, no es la primera vez que pasa, ni la segunda, ni la tercera, tampoco creen que sea la última.

PREVENCIÓN DE INCENDIOS EN ASENTAMIENTOS CON MANUEL BLANCO

Lamentarse cuando ocurre un incendio en un asentamiento que supone la pérdida de lo poco que tienen muchas personas e incluso la pérdida de vidas no nos parece que sea la actitud que se debe tener. Siempre hemos pensado que hay que trabajar previamente para evitar que estas desgracias se produzcan. En este sentido llevamos tiempo dialogando con la administración sobre los peligros de los asentamientos y trabajando para mejorar las condiciones de los mismo e intentar buscar alternativas a esta situación.

Junto con esto creemos que también hay que trabajar dentro de los asentamientos la prevención. En estos caminos hemos tenido el placer de recibir en nuestra sede de Níjar a Manuel Blanco, bombero con muchos años de experiencia además de nadador de rescate. Persona que lleva mucho tiempo trabajando para los demás, de hecho fue uno de los bomberos de la ONG ProemAid que se desplazaron hasta la isla de Lesbos en Grecia para salvar la vida de personas en el Mar Egeo. Personas que intentaban pasar al continente europeo desde Turquía huyendo de los horrores de la guerra, el terrorismo y la falta de medios para poder tener una vida digna.

Manuel Blanco, acompañado del equipo de Almería Acoge Níjar y de María del Mar Viegas de la Federación Andalucía Acoge, se ha desplazado a varios asentamientos del Campo de Níjar para hacer llegar a los/as vecinos/as de los asentamientos una serie de nociones básicas sobre prevención de incendios, tipo y uso de extintores, cómo actuar ante un incendio y pautas a seguir al sufrir una quemadura, a partir de sus propios conocimientos y de la experiencia que tiene en estos campos.

Uno de los grandes problemas que se producen ante un incendio en un asentamiento es el poco tiempo de reacción de las personas que lo habitan, incluso algunas puede que no se encuentre en esos momentos en el asentamiento. El fuego unido a los materiales con los cuales están construidas las chabolas hace que los tiempos para poder actuar y salvar pertenencias tan importantes como documentación sean mínimos. Por ello Manuel ha ofrecido una serie de directrices o estratagemas que podrían ayudar para minimizar este problema.

Os las enunciamos por si pueden ser de ayuda: tener una mochila preparada para en caso de incendio cogerla y alejarla de las llamas o enrollar en una sábana ignífuga los documentos o bien meterlos en una caja metálica y enterrar esta.

Desde Almería Acoge le damos las gracias por su predisposición para venir hasta aquí y aportar sus conocimientos sobre la materia así como por seguir ayudando a las personas que más lo necesitan a tener una vida más digna.

DESOLACIÓN

No hay palabras para describir el nuevo incendio en un asentamiento chavolista. El tercero en siete días. Es de una impotencia absoluta. Nos hemos acostumbrado a que la gente malviva en estos espacios y miramos para otro lado cuando sucede alguna desgracias. Más de 200 viviendas quemadas, un herido y mucha miseria.

Pero estamos en Almería, en Europa, ¿cómo es posible que las personas se vean obligadas a vivir en sitios así?. ¿Cómo es posible que no se den respuestas claras a estas situaciones?. ¿Realmente se quiere atajar este problema?.

Desde Almería Acoge y la Federación Andalucía Acoge creemos que es necesario y de justicia cambiar esta situación. Creemos que hay remedio para atajar tanto sufrimiento y pobreza. Creemos que las administraciones tienen una obligación clara y que la sociedad al completo tiene que estar en esa solución.

Por otro lado, desde la miseria y la desgracia surgen personas que dan la cara. Hoy hemos estado allí muchas ONGs tratando de ayudar, pero la primera ayuda a surgido del mismo asentamiento. Antes de que nadie llegara ya se habían empezado a autorganizar para no pasar hambre y frío, para tener donde guarecerse en un día como hoy. La ayuda externa es importante, pero más importante es el apoyo, el sentir que hay personas a las que les preocupa su situación. Esto los anima a no hundirse aun más en el choque que les produce la sociedad de la opulencia en la que ellos son, para algunos, pequeñas piezas prescindibles y maltratables. Desde aquí y desde pie de calle, nuestro ánimo y nuestro apoyo.

NO PODEMOS MIRAR A OTRO LADO

Una vez más el fuego pone de manifiesto la precariedad en la que viven muchas personas. Un fuego que ha afectado a más de 200 personas en el asentamiento chabolista de Paula, entre los términos municipales de Nijar y Almería

Algo después de las 13.oo hemos recibido noticias de que había un incendio; y hasta allí se ha desplazado personal de Almería Acoge para ver cuál era la situación. Han llegado poco después de los bomberos, que han sido la referencia para otras organizaciones que nos han llamado para ver como poder canalizar la ayuda.

Hemos estado conversando con algunos de los afectados, y lo han perdido todo. Junto con otras organizaciones hemos tratado de dar un pequeño aporte material de lo mínimo, mantas, comida y, sobre todo los hemos ayudado a reubicarse con otras personas conocidas. Gracias al trabajo previo que ya se venía haciendo ha sido posible reubicar a bastantes personas.

Mañana habrá que seguir trabajando a pie de calle, al lado de la gente. Otras organizaciones se encargarán de repartir ayuda, nosotros trataremos de llegar más al fondo del problema. Volveremos a denunciar la situación de estos asentamientos, la falta no tanto quizás de voluntad, como de determinación, para resolver este problema por parte de las administraciones más cercanas. Es difícil, cierto; pero esto no puede hacer que miremos hacia otro lado. Nos da la sensación que desde las administraciones no se quiere hacer visible esta situación, pero la realidad es imparable.

En esta ocasión no ha habido desgracias personales, ¿o si?, no ha muerto nadie, pero muchas personas han perdido lo poco que tenían y mucha de su esperanza. NO PODEMOS MIRAR PARA OTRO LADO.