En apenas 9 días nos hemos concentrado dos veces para la pérdida de nuevas vidas en el Estrecho, nuevos lazos que se suman a una cuerda que cuenta con más de 130 sólo en lo que va de año, una cuerda que no para de recordarnos la muerte de personas cercanas.
Os ponemos los manifiestos que se leyeron en las dos concentraciones.
Manifiesto de la concentración del 22 de Mayo:
El jueves pasado cuatro nuevas vidas se perdían en los brazos del mar, a escasos metros de las costas de Canarias. Una de esas vidas sólo contaba un año y medio y desapareció de la espalda de su madre cuando ella intentaba alcanzar la playa. Lo demás, lo habitual, el cuerpo de mujeres, de hombres, de ese niño, es encontrado flotando en el agua días después.

Los de arriba del mapa estamos preocupados porque nos dicen que fuisteis 50.000 los que llegasteis vivos el año pasado, y eso nos preocupa bastante más que los 85.000 niños muertos de hambre sólo en Yemen en ese mismo año. Los de arriba del mapa estamos preocupados por poner puertas al campo, por frenar la huida desesperada de tantas personas que en realidad no nos importan. En realidad, sobran, al menos para la mayoría de los que desde este lado ven pasar, flotar, los muertos y solo se preocupan por su triste seguridad, por su tajada en el plato robado, ni tan siquiera molestos por hacer de sepultureros de la mayor parte del mundo.


Malditos, malditos sean de Dios y de la historia quienes no luchan contra tanta injusticia, quienes no se estremecen ante tanta muerte.
Manifiesto de la concentración del 13 de Mayo:
Los brazos en cruz, el rostro buscando el cielo, la ropa y los zapatos aún en su sitio.Sobre el cuerpo de hombre joven, algas y arena. Descansa en el suelo soñado, ya para siempre. Sin futuro. Sin gloria.”

Después de tanta muerte repetida, no nos cansamos de denunciar, de repudiar esta realidad, no estamos cansados, pero si estamos hartos. Hartos de que se siga dejando que la historia se repita y siempre paguen los mismos. Hartos de las declaraciones de responsables públicos que repiten una y otra vez la necesidad de frenar esta sangría humana sin poner ningún medio para que sea verdad. Hartos de escuchar la indigna postura de quienes, encima, culpabilizan a las víctimas y hablan de levantar muros porque no tienen bastante con las alambradas y las concertinas.

merecen toda la atención y todos los medios para respetar sus derechos y su dignidad.
En ambos casos hemos terminado con la Poesía de Pilar del Rio y la lectura de nuestras reivindicaciones:
Sobre el autor