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18 De Diciembre: Día Internacional Del Migrante

Queríamos empezar esta reflexión con algo que nos recuerda la UNESCO: «La migración es un fenómeno mundial impulsado por muchas fuerzas. Estas comienzan con aspiraciones de dignidad, seguridad y paz. La decisión de salir de casa es siempre extrema y, con demasiada frecuencia, el comienzo de un viaje peligroso, a veces con un final fatal».

Queremos aprovechar este día para volver a poner la reflexión de un grupo de chicos que han hecho ese viaje peligroso y que nos recuerdan todo lo que han perdido en el y todo lo que su tierra está perdiendo. Una reflexión muy profunda.

«Soy África. Todos me conocen y saben dónde estoy. Soy hermosa por dentro y por fuera; tengo desiertos infinitos, selvas y ríos que cuentan diferentes historias. Pero también llevo cicatrices que crecen cada día, ausencias que duelen y sueños que nunca vuelven.

Tengo una pena en lo más profundo de mi corazón porque mis hijos me dejan con la esperanza de encontrar algo mejor, y muchos no regresan a mí. Mis hijos buscan aquello que no encontraron en mi seno, no porque yo se lo haya negado, sino porque el mundo me ha saqueado y me ha olvidado. Cada día los veo partir, sabiendo que algunos nunca volverán, sabiendo que las olas reclamarán sus vidas antes de que puedan tocar otras tierras. Aunque algunos logran llegar, mis llantos son por aquellos cuerpos que flotan en el mar sin ninguna dirección.

El mar debería ser un puente para cruzar, pero se ha convertido en un cementerio de almas y sueños. Conozco cada cuerpo que se hunde en sus aguas. Sé sus nombres, sus historias, sus anhelos y sus ilusiones. Eran madres, padres, hermanos, hijos. Eran mis hijos. Y el dolor de perderlos me atraviesa el alma como un cuchillo afilado. ¿Dónde está la justicia para ellos? ¿Por qué sus vidas valen menos solo porque nacieron en mi suelo?

Soy rica en recursos, en cultura, en historia, pero también soy prisionera de la codicia humana y de la indiferencia de un mundo que cierra los ojos a mi sufrimiento. Me pregunto cuánto más debo llorar por mis hijos antes de que se entienda que ellos no emigran por elección, sino por necesidad. Cada patera que se pierde, para el mundo es solo un número más, pero yo no los olvido. Los llevo en mi corazón, aunque el mundo los deje atrás. Cada ola que veo y siento me recuerda a esos hijos e hijas que perdí porque buscaban un futuro mejor.

Mis lágrimas brotan porque sé que merecían algo más que una muerte solitaria. Me rompe el corazón ver familias destrozadas, hijos huérfanos, mujeres y niñas solas. Y mientras el mundo siga ignorándolos, mi llanto no cesará, porque ellos son y siempre serán parte de mí».

MUERTES ESTRECHO Y CÍRCULO DE SILENCIO

El pasado 29 de noviembre, nos llegaba la noticia de otras nueve personas que han ahogado sus sueños en el mar, nueve nuevas vidas perdidas en el mar de la injusticia y la desesperación. Dos cadáveres aparecieron el mismo día, otros siete forman parte de la larga lista de desaparecidos.

Por eso, una vez más, nos vemos obligados a hacer coincidir la celebración del Círculo de Silencio y la concentración “No más muertes para llegar a Europa”, porque la muerte de quienes solo buscan mejorar su vida continúa convocándonos con su grito sepultado en el agua.

Las últimas, han sido siete gotas más en ese mar de pérdidas y dolor que padece el continente africano.

Hoy tenemos la suerte de contar con las palabras que nos facilitan un grupo de jóvenes africanos que la semana pasada reflexionaban sobre este drama en primera persona y nos hablan en nombre de África, en nombre de la tierra que les vio nacer y que no ha podido verles hacerse viejos entre los suyos.

Estas son sus palabras:

«Soy África. Todos me conocen y saben dónde estoy. Soy hermosa por dentro y por fuera; tengo desiertos infinitos, selvas y ríos que cuentan diferentes historias. Pero también llevo cicatrices que crecen cada día, ausencias que duelen y sueños que nunca vuelven.

Tengo una pena en lo más profundo de mi corazón porque mis hijos me dejan con la esperanza de encontrar algo mejor, y muchos no regresan a mí. Mis hijos buscan aquello que no encontraron en mi seno, no porque yo se lo haya negado, sino porque el mundo me ha saqueado y me ha olvidado. Cada día los veo partir, sabiendo que algunos nunca volverán, sabiendo que las olas reclamarán sus vidas antes de que puedan tocar otras tierras. Aunque algunos logran llegar, mis llantos son por aquellos cuerpos que flotan en el mar sin ninguna dirección.

El mar debería ser un puente para cruzar, pero se ha convertido en un cementerio de almas y sueños. Conozco cada cuerpo que se hunde en sus aguas. Sé sus nombres, sus historias, sus anhelos y sus ilusiones. Eran madres, padres, hermanos, hijos. Eran mis hijos. Y el dolor de perderlos me atraviesa el alma como un cuchillo afilado. ¿Dónde está la justicia para ellos? ¿Por qué sus vidas valen menos solo porque nacieron en mi suelo?

Soy rica en recursos, en cultura, en historia, pero también soy prisionera de la codicia humana y de la indiferencia de un mundo que cierra los ojos a mi sufrimiento. Me pregunto cuánto más debo llorar por mis hijos antes de que se entienda que ellos no emigran por elección, sino por necesidad. Cada patera que se pierde, para el mundo es solo un número más, pero yo no los olvido. Los llevo en mi corazón, aunque el mundo los deje atrás. Cada ola que veo y siento me recuerda a esos hijos e hijas que perdí porque buscaban un futuro mejor.

Mis lágrimas brotan porque sé que merecían algo más que una muerte solitaria. Me rompe el corazón ver familias destrozadas, hijos huérfanos, mujeres y niñas solas. Y mientras el mundo siga ignorándolos, mi llanto no cesará, porque ellos son y siempre serán parte de mí».

Esta tarde nos reunimos de nuevo para reivindicar el rostro humano de Europa, para volver a poner sobre la mesa de discusión política el valor de la fraternidad sin la que la libertad se queda en pura economía. Hacemos nuestro el llanto de África y de todas las madres que lloran por sus hijos e hijas.

Alguien que los llore,

ya no pido más que eso,

no espero que desaparezcan las fronteras

no creo que se borren muros y alambradas,

no cesarán las guerras

y las seguirán perdiendo los de siempre,

no cambiará el sistema, el dinero, el poder…

no habrá vías seguras para escapar del hambre,

para sacudirse de encima tanta injusticia,

para huir de la muerte.

seguirán llamando las familias,

seguirán buscando las madres,

añorando los hermanos,

extrañando las hijas.

No pido enterrarlos dignamente,

nos seguirán acompañando en la espuma del mar

o en una tumba sin nombre.

Ya solo espero que me siga estremeciendo el corazón,

que me duelan las tripas,

que las entrañas no se cierren para siempre,

solo pido que, también en este lado del mar,

haya alguien que los llore,

ya no pido más que eso.

Intentemos imaginar los nombres, los rostros, la edad, la familia… de estas últimas siete personas fallecidas. Ojalá que aprendamos a llorar desde la compasión y así que las lágrimas nos aclaren la mirada y sepamos descubrir en cada persona una ocasión para el encuentro y en ninguna de ellas una amenaza; ojalá que el llanto nos ablande el corazón y sepamos descubrir en toda persona una igual y desterremos por fin la palabra forastero, porque nadie quede fuera de ningún sitio ni de ninguna persona. Por eso, en recuerdo de sus vidas, hacemos ahora un minuto de silencio.

Y utilizamos la poesía de Pilar del Rio para expresar nuestra solidaridad con todas estas personas.

Y, una vez más, unimos nuestro silencio respetuoso y nuestra voz para repetir juntos estas
reivindicaciones:

  • Mostramos nuestra más absoluta indignación por la continua repetición de esta injusticia que supone tantas muertes para llegar a Europa.
  • Exigimos que se tomen medidas concretas y urgentes para evitar que se vuelva a repetir esta vergüenza, y garantizar la seguridad de las personas que se ven obligadas a migrar.
  • Exigimos que los distintos gobiernos, abran vías seguras de migración para las personas que se ven forzadas a dejar sus casas y familias por causa de las guerras, el hambre y las injusticias.
  • Exigimos que se hagan todos los esfuerzos necesarios para respetar la memoria de las víctimas, para identificarlas y comunicar la desgracia a sus familiares.
  • Nuestra sociedad pierde sus valores fundamentales si no reacciona de forma más humana, y nuestras administraciones no pueden parecer, ni aparecer, como insensibles a esta dramática situación.

NO MÁS MUERTES PARA LLEGAR A EUROPA
POR UN MEDITERRÁNEO SOLIDARIO

CONCENTRACIÓN MUERTES EN EL ESTRECHO

Hace unos días nos preguntaba un persona cercana que si lo de las concentraciones por las Muertes en el Estrecho tenía sentido. La pregunta era con buena intención y nos hizo pensarnos lo que estamos haciendo. Pero si piensas y, sobre todo, si miras a alrededor y se llega a una conclusión: habría que concentrarse por todas las muertes injustas que se producen a nuestro alrededor pero no podemos.

Habría que concentrarse por las muertes en las guerras, todas muertes injustas, pero también por situaciones más cercanas: muertes por falta de medios en sanidad, en residencias de ancianos, muertes por negligencias en los trabajos para ahorrar dinero, muertes por estrés en trabajos inhumanos, muertes por falta de medios ante fenómenos adversos, muchas muertes injustas, la mayoría por motivos económicos, pero no podemos concentrarnos cada vez porque sería imposible.

Nuestras concentraciones van más allá de denunciar las muertes en concreto que se producen, que ya solo esto merece la pena por la dignidad de la vida de las personas que la han perdido. Nuestras concentraciones denuncian una forma sociedad donde la vida está perdiendo valor y se consideran solo cifras que al final no nos afectan, donde lo que manda es lo económico y esto se pone por encima de la vida del ser humano.

La semana pasada dos personas dejaron sus vidas cerca de la costa de El Ejido, dos personas de las que no sabemos su nombre, pero no son dos personas anónimas. Seguro que tenían familia y amigos que sabía sus nombres, conocían su vida y la compartían. Dos personas con su dignidad, sus sueños, sus anhelos, dos personas que intentando vivir se han dejado la vida. Pero no han dejada la vida porque si, han dejado la vida porque una sociedad injusta a nivel mundial los obligaba a vivir en la pobreza, a no tener esperanza, a necesitar escapar de una situación en la que no podían seguir viviendo, tenían derecho a no tener que migrar, pero tenemos que darle derecho a migrar si lo necesitan, a migrar con seguridad, sin miedo, sin pérdidas de vida.

Estas dos personas que han muerto solo serán, para muchos, un número, para otros ni eso, una pequeña reseña en un periódico. Para nosotros son el reflejo del sufrimiento que genera una manera criminal de entender la vida, una manera donde todo lo reducimos a lo económico.

Escuchamos la canción de «Un millón de muertos»

Si, creemos que hay que seguir denunciando estas injusticias y lo seguiremos haciendo. Sabemos que
hay más voces haciéndolo y con ellas uniremos nuestra lucha por la dignidad, por cambiar las consecuencias de esta sociedad: la muerte para los que no llegan y la criminalización y la exclusión
social para quienes consiguen escapar de la tragedia.

Por eso repetimos una vez más que estamos aquí porque no queremos sentirnos cómplices, mostramos
nuestra repulsa ante este sistema injusto y nuestra solidaridad con sus víctimas, guardando un minuto
de silencio.

Recurrimos de nuevo a la poesía de Pilar del Rio para mostrar nuestra indignación.

Y repetimos juntos, una vez más, nuestra reivindicación:
– Mostramos nuestra más absoluta indignación por la continua repetición de esta injusticia que supone tantas muertes para llegar a Europa.
– Exigimos que se tomen medidas concretas y urgentes para evitar que se vuelva a repetir esta vergüenza, y garantizar la seguridad de las personas que se ven obligadas a migrar.
– Exigimos que los distintos gobiernos abran vías seguras de migración para las personas que se ven forzadas a dejar sus casas y familias por causa de las guerras, el hambre y las injusticias.
– Exigimos que se hagan todos los esfuerzos necesarios para respetar la memoria de las víctimas, para identificarlas y comunicar la desgracia a sus familiares.
– Nuestra sociedad pierde sus valores fundamentales si no reacciona de forma más humana, y nuestras administraciones no pueden parecer, ni aparecer, como insensibles a esta dramática situación.

NO MÁS MUERTES PARA LLEGAR A EUROPA POR UN MEDITERRÁNEO SOLIDARIO

SEMANA CONTRA LA POBREZA. MUERTES EN EL ESTRECHO

Esta semana la plataforma Almería Contra la Pobreza, de la que Almería Acoge es parte, está celebrando la semana contra la pobreza. Desgraciadamente hemos tenido que unir a esta celebración una concentración por la Muertes en el Estrecho, ya que ha habido tres nuevos fallecidos.

El lunes participamos en el encuentro interreligioso donde lo que más destacó fue la necesidad de aprender a convivir entre las distintas religiones, el rechazo absoluto a las guerras y, especialmente, aquellas que dicen basarse en motivos religiosos.

Una vez más nos vemos obligados a hacer coincidir la celebración del Círculo de Silencio y la concentración “No más muertes para llegar a Europa”, porque la muerte de quienes solo buscan mejorar su vida, continúa convocándonos con su grito sepultado en el agua.

Nos hemos convocado esta tarde para lanzar un mensaje en silencio. Un mensaje de indignación y de solidaridad, silencios de rabia y de compasión, silencios de duelo y pésame y mensajes de unidad y lucha por la justicia.

Guardaremos silencio porque durante este año 2024 han fallecido en las costas españolas 4.890 personas, 4.808 intentando llegar hasta canarias, 82 en las costas de esta parte del Mediterráneo.
Hace un par de semanas murieron 57 personas, en Canarias en la isla de hierro tras naufragar la patera en la que viajaban, esta ha sido considerada la mayor tragedia migratoria que ha vivido esta isla en las 3 últimas décadas, la semana pasada un nuevo muerto y no se sabe cuántos desaparecidos en la costa de Almería. Ayer mismo, tres nuevas vidas desaparecieron bajo el mar frente a las playas de Garrucha, tres nuevas personas sepultadas en la fosa común del mar mediterráneo, una fosa común que, como todas las fosas comunes, está llena del producto de la injusticia, que, como todas las fosas comunes, oculta los cuerpos de quienes han sido descartados por el sistema, dejados en la cuneta genocida de nuestras bien protegidas fronteras.

CANCIÓN: UN MILLÓN DE SUEÑOS (Cecilia)

No conoceremos sus nombres, ni sus apellidos, esta tragedia repetida, estas muertes, se envolverán, como otras, en la amalgama bárbara de la anestesia colectiva en la que se ha convertido el recuento anónimo de cadáveres.

Pero no podemos conformarnos. Todos los muertos tienen nombres y apellidos y tenían la esperanza de encontrar aquí lo que en sus países no tenían: la paz, comida, un trabajo, una casa. Este mes, en Andalucía, ha subido el paro, mientras crecen las alertas de la patronal del metal o de la construcción, de que hay muchas vacantes, puestos de trabajo que no se cubren, que aquí cuesta mucho encontrar peones, operarios, por eso miran ya hacia otros países, hacia posibles trabajadores extranjeros que quieran asumir los trabajos que no se cubren con mano de obra local.

Entonces si nos acordaremos de ellos, entonces si nos acordaremos de estos muertos, entonces sí importarán sus nombres y apellidos, aunque algunos hoy ni se dignen a levantarse durante 1 minuto de silencio para recordar Nosotros, quienes estamos esta tarde aquí, no queremos ser contados entre quienes no se estremecen ante el sufrimiento y la muerte. No guardamos un silencio cómplice, nos concentramos para hacer un silencio acusador, silencio digno, silencio indignado ante la injusticia.

CANCIÓN: LA VOZ DEL SILENCIO. (Salomé Arricibita).

Dentro de muy poco, celebraremos el día de todos los santos y nos uniremos en el recuerdo de todos los difuntos, ojalá tengamos un recuerdo para todos estos muertos que honramos ahora con la poesía de Pilar del Rio.

Y, una vez más, unimos nuestro silencio respetuoso y nuestra voz para repetir juntos estas reivindicaciones:

– Mostramos nuestra más absoluta indignación por la continua repetición de esta injusticia que supone
tantas muertes para llegar a Europa.
– Exigimos que se tomen medidas concretas y urgentes para evitar que se vuelva a repetir esta vergüenza,
y garantizar la seguridad de las personas que se ven obligadas a migrar.
– Exigimos que los distintos gobiernos, abran vías seguras de migración para las personas que se ven
forzadas a dejar sus casas y familias por causa de las guerras, el hambre y las injusticias.
– Exigimos que se hagan todos los esfuerzos necesarios para respetar la memoria de las víctimas, para
identificarlas y comunicar la desgracia a sus familiares.

Nuestra sociedad pierde sus valores fundamentales si no reacciona de forma más humana, y nuestras
administraciones no pueden parecer, ni aparecer, como insensibles a esta dramática situación.

NO MÁS MUERTES PARA LLEGAR A EUROPA
POR UN MEDITERRÁNEO SOLIDARIO

20 de Junio Día Mundial de los Refugiados

Como nos recuerda ACNUR, el 20 de junio de cada año, el mundo conmemora el Día Mundial del Refugiado, una fecha en la que se rinde homenaje a las personas que se han visto forzadas a huir de sus hogares. Estamos en un momento donde hay muchos intereses para desprestigiar a estas personas y criminalizarlas, pero aquellas personas que siguen teniendo un mínimo de corazón o pueden mirar para otro lado y encogerse de hombros ante estos discursos de miedo y odio.

En Almería nos hemos juntados un grupo de ONGs: Almería Acoge – Federación Andalucía Acoge hemos compartido stand con Fundación Cepaim. Había otras ONGs en el espacio Accem, CEAR, Save The Children, Cruz Roja y Movimiento por la Paz para transmitir a las personas que viven en Almería el drama de esta situación y la respuesta en positivo que tenemos la obligación de darles a estas personas que lo han perdido todo y que aquí solo le damos migajas. Hay que apoyar la tarea que se hace y exigir que se eviten las situaciones que llevan a tantas personas a desplazarse de su lugar de origen.

El ambiente a pesar del drama es festivo y alegre usando la música y la danza como forma de expresar la situación que se vive. Ante todo hay ganas de vivir en paz y ser felices.

MÁS DE 500 MUERTOS EN NUESTRAS COSTAS

Más de 500 muertos en los que va de año, estos son los que conocemos, ¿cuántos serán en realidad?.

De nuevo, el pasado viernes fue encontrada en nuestras costas una patera con los cadáveres de 4 mujeres, nadie sabe sus nombres, ni su origen; como otras miles serán enterradas en un nicho sin nombre, eso pasa al 90% de los cuerpos que escupe el mar, y así, los muertos siguen muriendo después de muertos, siguen perdiendo su dignidad y sus derechos después de muertos, perderán además de la vida, su nombre, su historia, el derecho a descansar junto a los suyos, nadie las velará, no habrá consuelo para sus familiares.

Este año, en menos de cuatro meses, han muerto ya en el mar 507 personas. Pero estas cifras no revelan toda la verdad, se contabilizan las muertes que las autoridades o las ONG,s registran, pero solo el fondo del mar conoce el número real de muertos.

Y no solo están los muertos, ¿Qué pasa con sus familias? no pueden hacer el duelo, no hay un protocolo para buscar a las personas desaparecidas e identificar a los muertos.

La psicoterapeuta estadounidense Pauline Boss acuñó el término “pérdida ambigua” para definir la incertidumbre que sufren las familias de personas desaparecidas. “Es una pérdida poco clara, sin pruebas. Ni de vida ni de muerte. Las familias supervivientes quedan confundidas, preguntándose si su ser querido sigue vivo o está muerto”.

Mimuna en su despedida dijo a su familia: “Cuando recibas una llamada perdida de un número español da gracias a Dios, querrá decir que he llegado”. Un año después siguen sin haber recibido esa llamada.

Hablando de los pasajeros de una patera, una madre se pregunta al otro lado del mar: “Si nadie los ha visto desde hace dos meses, ¿puede ser que estén muertos y nadie lo sepa?”.

Fatna salió de casa de sus padres para cruzar el estrecho y nunca más han sabido de ella, la habitación que ocupaba en la casa sigue allí, pero ahora está vacía, y no solo esta vacía la habitación, en esa casa han quedado vacías también las vidas de sus familiares.

Es una sensación devastadora, como ya recogía Federico García Lorca en Poeta en Nueva York

¿No me encontraron? No. No me encontraron.
Pero se supo que la sexta luna huyó torrente arriba
y que el mar recordó ¡de pronto!
los nombres de todos sus ahogados.

Para recordar a estas personas, para mostrar que a nosotros sí que nos importan su nombre y su historia, nos importa el dolor de su familia, guardamos un minuto de silencio.

Y recurrimos de nuevo a la poesía de Pilar del Rio para mostrar nuestra indignación.

“Mi hijo muere cada tarde en el mar. Mi hijo tiene 18 años, y 26 y 32,
tiene todas las edades en las que hay fuerza, pasión y deseos.
Mi hijo sabe que la felicidad no consiste en tener cosas,
pero sabe que hay cosas imprescindibles.
Por eso no pospone su derecho a vivir, a habitar una casa humana,
a compartir con otros que siempre son sus semejantes
su historia, su tristeza y sus sueños.

Mi hijo aprendió a aprender. Mi hijo estudió, mi hijo trabajó en todos los oficios.
Mi hijo se respeta a sí mismo, respeta a su tierra, ama y es amado.

Mi hijo no nació para morir en el mar, ningún Dios lo castigó,
ninguna maldición lo obliga a ser esclavo.
A mi hijo lo mata cada tarde una forma de entender el mundo,
una manera criminal de gobernar en la que el ser humano no es lo prioritario,
porque el hombre todavía no cotiza en bolsa,
porque los expoliados y olvidados no llenan los bolsillos
de los mil veces malditos que condenan a muerte a mi hijo
y luego besan con reverencia la moneda donde invocan a un Dios.
Con esa moneda que invoca a Dios y con otras en que aparecen patrias,
los hombres que matan a mi hijo han comprado todas las perversiones
y han cometido todas las ignominias.

Mi hijo es negro, es indio, es blanco, es pobre.
El mundo es suyo, no lo parí en Marte,
no nació con un destino animal porque nació humano.
Mi hijo, cuando muere cada tarde,
seguirá viniendo a esta costa de Europa y del mundo
con su mirada valiente y abierta.

Mi hijo no se rinde,
necesita hacernos comprender que sin él no estamos todos.
Mi hijo, cuando muere, nos deja empequeñecidos,
y él no quiere que su muerte haga desaparecer de la tierra
las palabras más hermosas y los conceptos que nos dignifican.
Mi hijo no puede seguir muriendo,
porque con él está muriendo nuestra civilización”.
(Pilar del Rio)

Y repetimos juntos, una vez más, nuestra reivindicación:

  • Mostramos nuestra más absoluta indignación por la continua repetición de esta injusticia que supone tantas muertes para llegar a Europa.
  • Exigimos que se tomen medidas concretas y urgentes para evitar que se vuelva a repetir esta vergüenza, y garantizar la seguridad de las personas que se ven obligadas a migrar.
  • Exigimos que los distintos gobiernos abran vías seguras de migración para las personas que se ven forzadas a dejar sus casas y familias por causa de las guerras, el hambre y las injusticias.
  • Exigimos que se hagan todos los esfuerzos necesarios para respetar la memoria de las víctimas, para identificarlas y comunicar la desgracia a sus familiares.
  • Nuestra sociedad pierde sus valores fundamentales si no reacciona de forma más humana, y nuestras administraciones no pueden parecer, ni aparecer, como insensibles a esta dramática situación.

NO MÁS MUERTES PARA LLEGAR A EUROPA POR UN MEDITERRÁNEO SOLIDARIO

DÍA CONTRA LA ELIMINACIÓN DE LA DISCRIMINACIÓN RACIAL

En un esfuerzo por fomentar la inclusión y la diversidad, Almería Acoge ha organizado una actividad especial con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial. La iniciativa reunió a los jóvenes de las diversas casas de acogida de la entidad, con el objetivo de generar conciencia sobre la importancia de la igualdad y el respeto mutuo.

La actividad tuvo su inicio en nuestro taller de tareas, hablar de discriminación racial con nuestros chicos y chicas del taller de tareas nos parecía de suma importancia, estuvimos hablando de comentarios racistas que habían sufrido o conocido, así como una posible cura para ese tipo de vivencias y situaciones. En dichos talleres nuestro alumnado recorto y pinto tiritas con mensajes de esperanza.

En la primera parte de la actividad, se generó un debate en el que los jóvenes compartieron sus experiencias y comentarios racistas que en algún momento pudieron recibir y que les causo dolor, al igual se generó un momento de reflexión en el que se les pidió que compartieran comentarios o actitudes que ellos hayan podido decir que causaran el mismo dolor que ellos recibieron. Tras compartir sus reflexiones, se elaboró conjuntamente un mural en forma de corazón roto haciendo símil a su propio corazón, en el que los jóvenes plasmaron comentarios que han recibido o escuchado en las partes rotas del mismo.

En la segunda parte de la actividad, nos trasladamos a las calles de Almería, específicamente a la Plaza de las Velas, con el propósito de difundir lo que se había generado durante el primer día entre la población y fomentar un intercambio con ella.

Se colocó en la plaza el corazón elaborado para que los que pasasen por ahí pudieran leer lo que los jóvenes habían expresado y pudieran «curar» esas heridas mediante reflexiones o frases positivas, utilizando cartulinas en forma de tirita.

Además, durante la actividad se dibujó la silueta de un cuerpo, donde todos los participantes tenían la oportunidad de escribir comentarios racistas que habían recibido a lo largo de su vida.

Con el objetivo de facilitar la participación de padres, madres y también hacer sentir partícipes a los más pequeños, se ofreció un espacio durante toda la actividad donde realizar dibujos, pulseras y pintar caras.

A través de iniciativas como esta, Almería Acoge reafirma su compromiso de continuar trabajando en la promoción de una sociedad más inclusiva y respetuosa, donde todas las personas tengan la oportunidad de desarrollarse plenamente, independientemente de su origen o identidad racial. Eventos como este demuestran que el camino hacia la igualdad es posible cuando nos unimos en solidaridad y empatía hacia nuestros semejantes.

UNA VIDA, 50 EUROS

Hay quien se dedica a estudiar, cuantificar y valorar el impacto social que tiene una inversión, incluso cuando ésta no tiene un valor de mercado tangible. Es lo que se llama Retorno Social de la Inversión.

Dicho de una forma más inteligible, los expertos afirman que por cada euro que se invierte en temas como educación o cohesión social, revierte entre una media de 4 euros. La verdad es que no está nada mal. Es una forma más inteligente de mirar el esfuerzo por mejorar la situación de las personas y la
realidad que nos rodea. Un análisis inteligente de lo que aportan entidades como la nuestra a la sociedad que muchas veces la sociedad ignora y quienes la gobiernan parecen olvidar.

En 2023, como venimos haciendo desde hace más de 30 años, Almería Acoge desarrolló un “Proyecto para la inclusión social de personas obligadas a vivir en asentamientos en Andalucía “ . Un proyecto que desarrollaba acciones formativas de distinto tipo, asesoramiento en materia de extranjería y detección de
víctimas de trata de seres humanos, entre otras cosas.

Todos sabemos que uno de los principales problemas relacionados con la inmigración en la provincia es la proliferación de asentamientos de infraviviendas, y una de las desgracias más repetidas últimamente en estos vergonzosos asentamientos, son los incendios en los mismos.

Pues bien, como pensamos que no basta con escandalizarse y denunciar la situación, ese proyecto, desarrollado en la comarca de Nijar, también comprendía el desarrollo de “acciones formativas y de sensibilización sobre prevención de incendios”, y en cada uno de los 6 cursos realizados en otros
tantos asentamientos, se les proporcionó un extintor a cada grupo participante, unos extintores que costaban 50€.

Cuando realizamos cualquier tipo de taller, siempre intentamos evaluar si los conocimientos adquiridos resultan realmente de utilidad o si son utilizados de manera práctica. En esta ocasión la evaluación fue fácil: uno de los últimos talleres se desarrolló ya en el mes de diciembre, y cuatro días después del taller se produjo un incendio en el mismo asentamiento. La persona que ocupaba la chabola que comenzó a arder se encontraba dentro y no podía salir. Salvó su vida gracias a que sus compañeros pudieron apagar con el extintor ese amasijo de plásticos, cartones y maderas que son a un tiempo paredes y combustible, y de paso impidieron que se propagase por todo el asentamiento.

Puede que alguien estuviera calculando cuánto habrá revertido a la sociedad Almeriense ese gasto de 50€ de cada extintor, o cuánto supondrá por la inversión global de ese proyecto. No es una cuenta difícil.

Yo me quedo con otra más sencilla: 50€ salvaron la vida de un hombre. Una vida. Una persona. Ese ha sido el mejor resultado de este proyecto. Una vida, Una persona. Si alguien no lo ve claro, no está haciendo cuentas, está inventando cuentos.

Juan Miralles

FESTIVAL ROMPEFRONTERAS: SI SECO UN LLANTO

El pasado viernes el grupo Un Día Junto al Mar, formado fundamentalmente por personas del Asociación y simpatizantes de la misma, actuaron el el XXVII Festival Rompefronteras que organiza la comunidad franciscana en Granada.

Con el espectáculo «Si Seco un Llanto» acercaron al público la historia de la migración. A través de una historia contada, cantada, de música, poesía e imágenes, trataron de hacer un poco más cercana la que puede ser una historia de migración, intentamos contar y cantar lo que pasa por la cabeza y, sobre todo por el corazón a las personas que por distintos motivos deciden dar el paso para migrar.

A través de canciones, muchas de ellas muy conocidas, de imágenes y de narraciones se fue pasando desde las razones que llevan a las personas a migrar, los recuerdos de sus países, de sus paisajes, de sus personas, las dificultades del viaje, los impedimentos que le ponen los países a donde tratan de llegar, hasta la cruda realidad cuando llegan: que no es un paraíso y que van a seguir sufriendo hasta poder rehacer su vida si es que lo consiguen.

Desde la Asociación agradecemos mucho la acogida del público al espectáculo y el que nos hayan permitido participar en este evento. Agradecemos a las personas que han montado el espectáculo por su esfuerzo y dedicación, un agradecimiento especial para Luis, con la caja, un préstamo de Granada que ha resultado todo un descubrimiento.

GRACIAS MEHDI

Desde Almería Acoge, trabajamos con personas en situación de gran vulnerabilidad, algunas por el camino han sido despojados hasta de su dignidad, la pierden por culpa del sistema injusto en el que vivimos, que no considera a la persona como tal si es pobre o si no tiene un documento que dice que puede vivir en España, sin ese documento puedes trabajar solo en actividades marginales o en régimen de esclavitud, ya que no puedes reivindicar ningún derecho, y ,por supuesto, el acceso a una vivienda digna también queda como un sueño inalcanzable. Una de las labores que procuramos hacer es trabajar con estas personas para que puedan recuperar su dignidad, sentirse tratados como personas, aceptados como son y donde viven; lo hacemos a través de talleres donde puedan estar unas cuantas horas
compartiendo con otros semejantes, en pie de igualdad, ideas, reflexiones, angustias, con el pretexto de un trabajo manual.

Una de estas personas me ha traído el siguiente poema:

ALMERÍA ACOGE EL CLAVEL DE LA ESPERANZA
En la oscuridad de la noche y la negrura de la vida,
cierro mis ojos y me rindo a la vida.
Escucho una voz cálida que llamaba desde lejos,
una estrella brillante enciende sus brazos para mi,
me llamaba con voz tierna y tímida,
me da la bienvenida y me abraza como si fuera mi madre,
me siento como en mi casa y con mi familia.
Un ángel blanco ayuda a los necesitados, hace felices a los pobres,
protege a los niños y salva a los inmigrantes.
Almería Acoge es mi familia
Y estoy orgulloso de ser su hijo.
Gracias por todo y espero que Dios los proteja.
(El Mehdi)

Para mi es la confirmación de que estamos consiguiendo crear espacios que dignifican, que hacen sentirse familia a personas que están solas, y desahuciadas por la sociedad, es la confirmación de que entre esos excluidos, descartados, echados a la cuneta, hay personas con sensibilidad, con ganas de expresarse a través de una poesía en una lengua que no es la suya y encuentran en el espacio que hemos creado para ellos, fuera de las infraviviendas, de la búsqueda de chatarra en la basura todos los días, la posibilidad de crear unos versos, expresar sus sentimientos, sentirse escuchados y aceptados.

Gracias Mehdi, porque tú nos ayudas a no perder nuestra humanidad, porque das sentido a lo que hacemos y a cómo lo hacemos, porque tú nos enseñas lo que es la resiliencia, la capacidad de seguir adelante a pesar de “la negrura de la vida”, porque tú nos ayudas a mejorar como Asociación y como personas, porque tú nos dignificas.

El artículo es de Pilar Castillo