Desde Almería Acoge, trabajamos con personas en situación de gran vulnerabilidad, algunas por el camino han sido despojados hasta de su dignidad, la pierden por culpa del sistema injusto en el que vivimos, que no considera a la persona como tal si es pobre o si no tiene un documento que dice que puede vivir en España, sin ese documento puedes trabajar solo en actividades marginales o en régimen de esclavitud, ya que no puedes reivindicar ningún derecho, y ,por supuesto, el acceso a una vivienda digna también queda como un sueño inalcanzable. Una de las labores que procuramos hacer es trabajar con estas personas para que puedan recuperar su dignidad, sentirse tratados como personas, aceptados como son y donde viven; lo hacemos a través de talleres donde puedan estar unas cuantas horas
compartiendo con otros semejantes, en pie de igualdad, ideas, reflexiones, angustias, con el pretexto de un trabajo manual.
Una de estas personas me ha traído el siguiente poema:
ALMERÍA ACOGE EL CLAVEL DE LA ESPERANZA
En la oscuridad de la noche y la negrura de la vida,
cierro mis ojos y me rindo a la vida.
Escucho una voz cálida que llamaba desde lejos,
una estrella brillante enciende sus brazos para mi,
me llamaba con voz tierna y tímida,
me da la bienvenida y me abraza como si fuera mi madre,
me siento como en mi casa y con mi familia.
Un ángel blanco ayuda a los necesitados, hace felices a los pobres,
protege a los niños y salva a los inmigrantes.
Almería Acoge es mi familia
Y estoy orgulloso de ser su hijo.
Gracias por todo y espero que Dios los proteja.
(El Mehdi)
Para mi es la confirmación de que estamos consiguiendo crear espacios que dignifican, que hacen sentirse familia a personas que están solas, y desahuciadas por la sociedad, es la confirmación de que entre esos excluidos, descartados, echados a la cuneta, hay personas con sensibilidad, con ganas de expresarse a través de una poesía en una lengua que no es la suya y encuentran en el espacio que hemos creado para ellos, fuera de las infraviviendas, de la búsqueda de chatarra en la basura todos los días, la posibilidad de crear unos versos, expresar sus sentimientos, sentirse escuchados y aceptados.
Gracias Mehdi, porque tú nos ayudas a no perder nuestra humanidad, porque das sentido a lo que hacemos y a cómo lo hacemos, porque tú nos enseñas lo que es la resiliencia, la capacidad de seguir adelante a pesar de “la negrura de la vida”, porque tú nos ayudas a mejorar como Asociación y como personas, porque tú nos dignificas.
El artículo es de Pilar Castillo