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MÁS DE 500 MUERTOS EN NUESTRAS COSTAS

Más de 500 muertos en los que va de año, estos son los que conocemos, ¿cuántos serán en realidad?.

De nuevo, el pasado viernes fue encontrada en nuestras costas una patera con los cadáveres de 4 mujeres, nadie sabe sus nombres, ni su origen; como otras miles serán enterradas en un nicho sin nombre, eso pasa al 90% de los cuerpos que escupe el mar, y así, los muertos siguen muriendo después de muertos, siguen perdiendo su dignidad y sus derechos después de muertos, perderán además de la vida, su nombre, su historia, el derecho a descansar junto a los suyos, nadie las velará, no habrá consuelo para sus familiares.

Este año, en menos de cuatro meses, han muerto ya en el mar 507 personas. Pero estas cifras no revelan toda la verdad, se contabilizan las muertes que las autoridades o las ONG,s registran, pero solo el fondo del mar conoce el número real de muertos.

Y no solo están los muertos, ¿Qué pasa con sus familias? no pueden hacer el duelo, no hay un protocolo para buscar a las personas desaparecidas e identificar a los muertos.

La psicoterapeuta estadounidense Pauline Boss acuñó el término “pérdida ambigua” para definir la incertidumbre que sufren las familias de personas desaparecidas. “Es una pérdida poco clara, sin pruebas. Ni de vida ni de muerte. Las familias supervivientes quedan confundidas, preguntándose si su ser querido sigue vivo o está muerto”.

Mimuna en su despedida dijo a su familia: “Cuando recibas una llamada perdida de un número español da gracias a Dios, querrá decir que he llegado”. Un año después siguen sin haber recibido esa llamada.

Hablando de los pasajeros de una patera, una madre se pregunta al otro lado del mar: “Si nadie los ha visto desde hace dos meses, ¿puede ser que estén muertos y nadie lo sepa?”.

Fatna salió de casa de sus padres para cruzar el estrecho y nunca más han sabido de ella, la habitación que ocupaba en la casa sigue allí, pero ahora está vacía, y no solo esta vacía la habitación, en esa casa han quedado vacías también las vidas de sus familiares.

Es una sensación devastadora, como ya recogía Federico García Lorca en Poeta en Nueva York

¿No me encontraron? No. No me encontraron.
Pero se supo que la sexta luna huyó torrente arriba
y que el mar recordó ¡de pronto!
los nombres de todos sus ahogados.

Para recordar a estas personas, para mostrar que a nosotros sí que nos importan su nombre y su historia, nos importa el dolor de su familia, guardamos un minuto de silencio.

Y recurrimos de nuevo a la poesía de Pilar del Rio para mostrar nuestra indignación.

“Mi hijo muere cada tarde en el mar. Mi hijo tiene 18 años, y 26 y 32,
tiene todas las edades en las que hay fuerza, pasión y deseos.
Mi hijo sabe que la felicidad no consiste en tener cosas,
pero sabe que hay cosas imprescindibles.
Por eso no pospone su derecho a vivir, a habitar una casa humana,
a compartir con otros que siempre son sus semejantes
su historia, su tristeza y sus sueños.

Mi hijo aprendió a aprender. Mi hijo estudió, mi hijo trabajó en todos los oficios.
Mi hijo se respeta a sí mismo, respeta a su tierra, ama y es amado.

Mi hijo no nació para morir en el mar, ningún Dios lo castigó,
ninguna maldición lo obliga a ser esclavo.
A mi hijo lo mata cada tarde una forma de entender el mundo,
una manera criminal de gobernar en la que el ser humano no es lo prioritario,
porque el hombre todavía no cotiza en bolsa,
porque los expoliados y olvidados no llenan los bolsillos
de los mil veces malditos que condenan a muerte a mi hijo
y luego besan con reverencia la moneda donde invocan a un Dios.
Con esa moneda que invoca a Dios y con otras en que aparecen patrias,
los hombres que matan a mi hijo han comprado todas las perversiones
y han cometido todas las ignominias.

Mi hijo es negro, es indio, es blanco, es pobre.
El mundo es suyo, no lo parí en Marte,
no nació con un destino animal porque nació humano.
Mi hijo, cuando muere cada tarde,
seguirá viniendo a esta costa de Europa y del mundo
con su mirada valiente y abierta.

Mi hijo no se rinde,
necesita hacernos comprender que sin él no estamos todos.
Mi hijo, cuando muere, nos deja empequeñecidos,
y él no quiere que su muerte haga desaparecer de la tierra
las palabras más hermosas y los conceptos que nos dignifican.
Mi hijo no puede seguir muriendo,
porque con él está muriendo nuestra civilización”.
(Pilar del Rio)

Y repetimos juntos, una vez más, nuestra reivindicación:

  • Mostramos nuestra más absoluta indignación por la continua repetición de esta injusticia que supone tantas muertes para llegar a Europa.
  • Exigimos que se tomen medidas concretas y urgentes para evitar que se vuelva a repetir esta vergüenza, y garantizar la seguridad de las personas que se ven obligadas a migrar.
  • Exigimos que los distintos gobiernos abran vías seguras de migración para las personas que se ven forzadas a dejar sus casas y familias por causa de las guerras, el hambre y las injusticias.
  • Exigimos que se hagan todos los esfuerzos necesarios para respetar la memoria de las víctimas, para identificarlas y comunicar la desgracia a sus familiares.
  • Nuestra sociedad pierde sus valores fundamentales si no reacciona de forma más humana, y nuestras administraciones no pueden parecer, ni aparecer, como insensibles a esta dramática situación.

NO MÁS MUERTES PARA LLEGAR A EUROPA POR UN MEDITERRÁNEO SOLIDARIO

20 de Junio, día de la persona refugiada: otra forma de prepararlo

El 20 de junio es el día de la persona refugiada y Almería Acoge como otros años, ha participado en la Jornada que desde un trabajo realizado en red con otras organizaciones que trabajan con personas refugiadas, se ha preparado para este año. Dentro de un ambiente festivo y divertido, cada organización ha preparado distintas actividades para disfrute y reflexión de las personas que han compartido la tarde con nosotros.

uestra participación ha consistido en realizar con los menores del Taller de Tareas unos dibujos que representaran lo que ellos han entendido sobre lo que supone ser una persona refugiada y las condiciones desde las que se han visto obligadas a salir, los dibujos se colgaron el día de la Jornada en el stand que montamos y por otro lado un cuentacuentos para menores y mayores, la forma de preparar esta actividad ha sido innovadora y queremos compartirla contigo:

Todo empezó una mañana hace un mes, con el grupo de chicos del proyecto de extutelados, JEM+18, nos parecía que ellos eran los que debían ser los protagonistas en la preparación y realización de los cuentos, las historias que se contaran en la Jornada, y se lo propusimos.

Lo primero que se hizo con ellos fue dialogar sobre lo que se celebraba ese día, que significa el refugio y que significa ser una persona refugiada, tras lo cual se inició un dialogo sobre su propio proceso migratorio, sus esperanzas y sus sufrimientos y se les propuso que lo contaran en un cuento para trasmitirlo a niños y niñas pequeñitos, para ello se les animo a que pensaran en sus hermanas y hermanos pequeños o en sus vecinos y vecinas, y a partir de aquí surgió la magia, empezaron a organizarse en dos grupos y a escribir el cuento, a hacerle dibujos… necesitaban contarlo, sacar esas emociones, expresarlo de manera diferente a como lo habían hecho hasta ahora y se atrevieron a escribirlo en español, con fallos, con su media lengua, pero con el entusiasmo de quien cree que tiene algo que contar.

Ha sido muy bonito verlos participar en las Jornadas, pero sobre todo ha sido maravilloso ver como a lo largo de las semanas anteriores lo han ido trabajando, al principio con miedo e inseguridad y luego dejando fluir las emociones y la imaginación.

Estas Jornadas nos han dado la oportunidad de celebrar y reflexionar junto a otras organizaciones sobre el refugio y nos ha dado la oportunidad de trabajarlo con los menores del taller de tareas, pero fundamentalmente nos ha dado la oportunidad de utilizarlo como una herramienta muy potente de trabajo y crecimiento personal con los jóvenes extutelados.

MAMADOU EL DEL WALILI

Hace más de veinte años publicamos un cartel, una campaña de sensibilización sobre los asentamientos chabolistas, ¿necesitan un techo? Necesitan ser tus vecinos. No era la misma chabola pero era la misma historia.

Mamadou vivía en el Walili, ese, por desgracia, famoso asentamiento demasiado expuesto en una rotonda camino de San José para que no hiciera daño a los ojos de mucha gente. A nosotros también nos hacía daño, y no solo a los ojos, como otros muchos espacios de infraviviendas, de chabolas al margen de la carretera y de la sociedad, donde sobreviven miles de personas porque no hay otra, en Níjar y fuera de Níjar.

Conocimos a Mamadou (que lógicamente no se llama Mamadou) hace algo menos de un año. Unos vecinos del mismo barrio nos hablaron de él con preocupación, porque más allá de acompañarlo al médico alguna vez y ayudarle con la comida, no sabían qué hacer. Mamadou padece una de esas enfermedades raras que, a quien le toca, le fastidia la vida, y si ya la tienes difícil pues imagina. Padece el síndrome de Wernicke-Korsakoff, un trastorno cerebral grave formado por dos trastornos cerebrales diferentes, la enfermedad (o encefalopatía) y la psicosis (o síndrome). Son el resultado de un daño cerebral combinado la falta de vitamina BI (Tiamina).

Desde el hospital en el que lo diagnosticaron nos confirmaron que la enfermedad no tiene cura, pero que mejora si se sigue el tratamiento prescrito. Es decir, que es una de esas enfermedades en las que queda claro algo importante en todas, pero en esta fundamental: el cuidado, el acompañamiento, la cercanía, la “projimidad” (que debería significar hacer de prójimo), el cariño… eso que nos identifica como humanos, al menos a la mayoría.

Cuando Mamadou tiene a alguien cerca que se preocupa, que se ocupa en cuidarlo, acompañarlo mínimamente, recordarle que debe tomar la medicación, recordarle que debe alimentarse, mejora considerablemente. Entre sus compañeros – vecinos, y la colaboración de varias organizaciones, Mamadou iba relativamente bien y estábamos buscando alternativas para que fuera mejor, desde su estancia en un alojamiento más idóneo, hasta el regreso con su familia en su tierra de origen.

Pero todo se precipitó como se precipitaron las chabolas bajo el fuego y bajo los tractores el 30 de enero. Había mucha prisa en hacer desaparecer uno de los muchos “asentamientos informales” que hacen daño a los ojos turistas y a la imagen de la agricultura almeriense, y, por supuesto, a las personas que los habitan y a cualquier persona por poco cerebro y corazón que tenga. Y en medio de esa necesaria labor de erradicación de los asentamientos, pendiente desde hace más de veinte años pero ahora con mucha prisa, se nos suelen escapar los eslabones más débiles, y quedó Mamadou con su Wernicke-Korsakoff, más desorientado, más desprotegido, más desalojado, más sólo… y fue llevado hasta un alojamiento de emergencia que el Ayuntamiento facilitaba a quien quisiera trasladarse, y olvidó medicarse, y olvidó comer y lo encontramos el día siguiente, débil, conmocionado, olvidado.

Mamadou vivía en un asentamiento cochambroso, si, vergonzoso, injusto, indeseable para cualquiera; pero tenía vecinos, era cuidado, importaba. En lo que tarda en desalojarse un asentamiento Mamadou quedó solo, olvidado, traumatizado según los médicos que lo han atendido estos días.

Nadie piense que estoy justificando la existencia de los asentamientos porque haya una persona enferma, cualquier persona más débil, más vulnerable en cualquiera de ellos. Solo intento recordar que cualquier persona, y más aún si es débil, si es vulnerable, es motivo más que suficiente para que revisemos nuestra forma de actuar, nuestra forma de desalojar, de “arreglar” los problemas, de sacarnos la mota que hace daño a nuestros ojos. Cualquier persona, una sola persona, es motivo más que suficiente para rectificar una forma de actuar que no la tenga en cuenta. Estoy convencido de que, si nos esforzamos un poco, somos capaces de hacerlo mucho mejor.

Nota: gracias a la implicación de varias organizaciones sociales, Mamadou cuenta ahora con una alternativa de acogida digna y adecuada a su situación y trabajamos para que pueda volver con su familia.

JORNADAS DE ASENTAMIENTOS INFORMALES EN ESPAÑA. ESTUDIO KËR

A lo largo del miércoles y el jueves han tenido lugar en la Universidad de Almería las I Jornadas de Asentamientos Informales en España. Un espacio organizado por la Fundación Cepaim y Almería Acoge donde se dio a conocer la situación de los asentamientos y se debatieron sobre posibles soluciones.

En estas jornadas además se ha presentado el estudio Kër que tenía por objeto configurar el I Mapa Estatal de discriminación racial y/o étnica en asentamientos informales en España.

La inauguración contó con la presencia de Rita Bosaho directora General para la Igualdad de trato y Diversidad Étnico Racial y Francisco J. Toronjo Director General Políticas Migratorias de la Junta de Andalucía, Raul Martínez patrón de la Fundación Cepaim y Juan José Castillo presidente de la Asociación Almería Acoge, donde se destacó la necesidad de encontrar soluciones y que estas soluciones tienen que pasar necesariamente por contar con los protagonistas, las personas que viven en los asentamientos. Desde la administración nacional y la andaluza se destaco la voluntad de trabajar en esta línea.

Después se hizo la presentación del estudio Kër donde se destacó la tipología de las personas que habitan los asentamientos, las discriminaciones que sufren, haciendo especial hincapié en las discriminaciones indirectas que en muchos casos son difíciles de detectar que hacen muy difícil la normalización de la vida de muchas personas migrantes.

El jueves comenzó con la Ponencia: El estado actual del Fenómeno según otras fuentes, a cargo de Pedro Fuentes, Investigador Cáritas FOESSA que nos presentó la realidad de los asentamientos desde otra perspectiva pero con la misma necesidad de acción

Tras la proyección del Audiovisual “Testimonios” Realizado por Fundación Cepaim se dio paso a una mesa redonda sobre EXPERIENCIAS LOCALES DE INTERVENCIÓN. UNA MIRADA DESDE LOS AYUNTAMIENTOS, con Pablo Pumares Fernández del CEMyRI de la Universidad de Almería como moderados intervinieron:
• Paz Jiménez Carmona y Beatriz Vargas Hernández. Servicios Sociales. Ayto. de Móstoles.
• Rebeca Collantes Sánchez. SASSEP/SISFAM. Ayuntamiento de Barcelona.
• Adolfo Verano Domínguez, Teniente Alcalde Ayuntamiento de Lepe.

La tarde terminó con PROPUESTAS Y EXPERIENCIAS. UNA MIRADA DESDE LAS ORGANIZACIONES SOCIALES Y EL EMPRESARIADO
Con Beatriz González Martín del CEMyRI, de la Universidad de Almería como moderadora, intervinieron:
• MESA 1: Almería Acoge, AMICS del Quart Mon (Barcelona), Fundación Cepaim
• MESA 2: Fundación Esperanza Pertusa, COAG, COEXPHAL

La clausura de las Jornadas estuvo a cargo de
• Javier Pérez Cepero. Director Autonómico para Andalucía y Ceuta de Fundación Cepaim
• Juan Sebastián Fernández Prados. Miembro Junta Directiva Almería Acoge.

Las principales conclusiones que se han sacado de las jornadas son, que hay que terminar con los asentamientos ya que suponen una lacra en la Europa del siglo XXI y, sobre todo, un enorme sufrimiento para muchas personas; que hay que trabajar en red para poder encontrar soluciones y que tanto administraciones como empresarios como las organizaciones están dispuestos a dar pasos para erradicarlos; que se dan las condiciones para ir atajando este problema y que no se pueden demorar más.

CÍRCULO DEL SILENCIO Y MUERTES EN EL ESTRECHO

Una vez más no hemos tenido que concentrar por nuevas muertes en el estrecho. En esta ocasión lo hemos unido al Círculo del Silencio que promueve la plataforma Almería Unida Contra la Pobreza.

Nuestro manifiesto:

Hace una semana, en Almería Acoge, recibimos a Mustafa. Viene buscando apoyo para continuar viviendo. Mustafa tiene 18 años recién cumplidos; Mustafa lleva un año entre nosotros, cuando aún era menor escapó de la muerte, fue uno de esos pocos que, como las tres personas rescatadas en el naufragio del pasado día 3, pudieron ser encontrados después de siete horas luchando contra las olas; “hacía mucho frío” nos repite; su amigo no sabía nadar, se hundió, desapareció.

El periodista que cuenta la crónica de las diez personas desaparecidas la semana pasada nos ayuda a imaginar esa situación, “un superviviente a nado en mitad de la explanada inmensa”. Cuesta imaginar el miedo, el sufrimiento, la angustia que Mustafa lleva a cuestas desde aquel día; cuesta imaginar el miedo, el sufrimiento, la angustia de quienes se ven forzados por una vida sin futuro en sus países, a jugársela en el mar de esta manera.

Forzados a arrojarse al mar, como las dos personas que tres días antes también se ahogaban porque quien los llevaba en la patera “les obligó a tirarse de la embarcación e incluso les golpeó porque se negaban”. Son lógicas las reacciones que escuchamos cuando vemos a gentes sin escrúpulos “mafias que mercadean con la vida de las personas que se encuentran en una situación desesperada».

Pero debemos ir más allá, ¿quiénes son esas “mafias” que mercadean con la vida de los desesperados, que arrojan al agua a las personas para buscarse la vida?, ¿por qué, casi un niño aún, tiene que vivir, quizá para siempre, con el frio del recuerdo del amigo hundido y él perdido en la explana inmensa?

Quizá debamos recordar cuáles son los motivos reales por los que en este año 2022 y sólo en el mar mediterráneo, se cuentan, con esta últimas doce, 1.901 personas muertas intentando escapar hasta Europa.

¿Por qué ocurren estas situaciones?

1.-Hemos creado un mundo injusto e insolidario que hace que las personas tengan que emigrar jugándose la vida.

2.- Nuestra sociedad favorece y mantiene guerras en todo el mundo. Guerras que provocan la migración forzosa de personas. Guerras como la de Siria, Yemen, Ucrania, Mali, Afganistán, Birmania, Chad, Burquina Faso, Sudán, Palestina… en la actualidad hay 59 guerras activas.

3.- El primer mundo explota, usurpa, se aprovecha de las riquezas y materias primas que tiene el Sur, esto empobrece a los países y a las personas que los habitan, obligándolas a emigrar.

4.- Las personas emigran porque no ven futuro en sus países, no se sienten seguros, no pueden dar de comer a sus hijos, no pueden ofrecerles un provenir. Y mientras tanto, el Norte despilfarra, contamina, se refugia tras sus muros y se olvida del Sur.

NOCTURNO SIN PATRIA (Jorge Debravo)

Yo no quiero un cuchillo en manos de la patria.
Ni un cuchillo ni un rifle para nadie:
la tierra es para todos,
Como el aire.

Me gustaría tener manos enormes,
violentas y salvajes,
para arrancar fronteras una a una
y dejar de frontera solo el aire.

Que nadie tenga tierra
como se tiene traje:
que todos tengan tierra
como tienen aire.

Cogería las guerras de la punta
y no dejaría una en el paisaje
y abriría la tierra para todos
como si fuera el aire.

Que el aire no es de nadie, nadie, nadie…
Y todos tienen su parcela de aire.

Que nadie tenga tierra
como se tiene traje:
que todos tengan tierra
como tienen aire.

Al otro lado del mar, está el drama de las familias que más sienten estas muertes. Cada vez que nos concentramos por un nuevo naufragio pedimos respeto y solidaridad para con las familias, que se identifique a las víctimas y se comunique cuanto antes con sus familiares.

Hoy pedimos ser nosotros y nosotras quienes primero demos este paso, quienes pensemos en esa madre, en ese padre, en el hijo, en la hija, en la esposa o el esposo, en el amigo de infancia, en la compañera de estudios. Pedimos pensar en las personas que más llorarán estas muertes y enviarles desde aquí nuestro pésame, nuestro apoyo, nuestras condolencias, nuestro ánimo, nuestra solidaridad o nuestra denuncia de esta injusticia… que podemos plasmar por escrito.

Cada persona aportó sus condolencias por las nuevas muertes

Lectura de la poesía AIRE DURANDO (Manuel Cabral)

¿quién ha matado este hombre
que su voz no está enterrada?
hay muertos que van subiendo
cuanto su ataúd más baja…

Este sudor… ¿Por quién muere?
¿por qué cosa muere un pobre?
¿quién ha matado estas manos?
¡no cabe en la muerte un hombre!
hay muertos que van subiendo
cuanto su ataúd más baja…

¿Quién acortó su estatura
que su voz está parada?
hay muertos como raíces
que hundidas… dan fruto al ala.
¿Quién ha matado estas manos,
este sudor, esta cara?
hay muertos que van subiendo
cuanto más su ataúd baja..

Hacemos otro silencio por las últimas muertes

Cantamos LA VOZ DEL SILENCIO. (Salomé Arricibita).

Hay silencios que levantan muros y silencios que los otorgan
hay intenciones con bondad, que en silencio no se mojan
hay silencios de poder que nos «guardan» las fronteras
hay silencios de querer, que por no querer, condenan

Hay silencios helados, que nos gritan a la cara
y silenciamos su grito, apagando la pantalla
hay silencios del alma que nos hacen tener miedo
y los miedos, a sus anchas, nos silencian la esperanza

Hay miradas en silencio, que me atruenan las entrañas
largas colas, frío y miedo, rabiando desesperanza
hay tristezas tan profundas, que nunca sabré a que saben
ojalá enjugar sus lágrimas, iluminase oscuridades

Hay silencios que incomodan porque reclaman justicia
Hay silencios que acompañan porque comparten la vida
Hay silencios que se alejan, silencios de manos frías
Y hay silencios que calientan el alma como caricias

Hay silencios que se cortan, porque en verdad no hay palabras,
¡tantos seres sin hogar y yo aquí sin hacer nada!
Hay canciones en silencio y hay silencios que me cantan
Que cante mi corazón, aunque quiera callar mi alma.

Lectura de la poesía Mi hijo muere cada tarde en el mar (Pilar del Rio)

“Mi hijo muere cada tarde en el mar.
Mi hijo tiene 18 años, y 26 y 32,
tiene todas las edades en las que hay fuerza, pasión y deseos.
Mi hijo sabe que la felicidad no consiste en tener cosas,
pero sabe que hay cosas imprescindibles.
Por eso no pospone su derecho a vivir, a habitar una casa humana,
a compartir con otros que siempre son sus semejantes
su historia, su tristeza y sus sueños.
Mi hijo aprendió a aprender. Mi hijo estudió, mi hijo trabajó en todos los oficios.
Mi hijo se respeta a sí mismo, respeta a su tierra, ama y es amado.
Mi hijo no nació para morir en el mar, ningún Dios lo castigó,
ninguna maldición lo obliga a ser esclavo.
A mi hijo lo mata cada tarde una forma de entender el mundo,
una manera criminal de gobernar en la que el ser humano no es lo prioritario,
porque el hombre todavía no cotiza en bolsa,
porque los expoliados y olvidados no llenan los bolsillos
de los mil veces malditos que condenan a muerte a mi hijo
y luego besan con reverencia la moneda donde invocan a un Dios.
Con esa moneda que invoca a Dios y con otras en que aparecen patrias,
los hombres que matan a mi hijo han comprado todas las perversiones
y han cometido todas las ignominias.
Mi hijo es negro, es indio, es blanco, es pobre.
El mundo es suyo, no lo parí en Marte,
no nació con un destino animal porque nació humano.
Mi hijo, cuando muere cada tarde,
seguirá viniendo a esta costa de Europa y del mundo con su mirada valiente y abierta.
Mi hijo no se rinde, necesita hacernos comprender que sin él no estamos todos.
Mi hijo, cuando muere, nos deja empequeñecidos,
y él no quiere que su muerte haga desaparecer de la tierra
las palabras más hermosas y los conceptos que nos dignifican.
Mi hijo no puede seguir muriendo porque con él está muriendo nuestra civilización”.

Finalizamos el acto con nuestras reivindicaciones

– Mostramos nuestra más absoluta indignación por la continua repetición de esta injusticia que supone tantas muertes para llegar a Europa.
– Exigimos que se tomen medidas concretas y urgentes para evitar que se vuelva a repetir esta vergüenza, y garantizar la seguridad de las personas que se ven obligadas a migrar.
– Exigimos acabar con la arbitrariedad en la concesión de visados en los consulados.
– Exigimos que los distintos gobiernos abran vías seguras de migración para las personas que se ven forzadas a dejar sus casas y familias por causa de las guerras, el hambre y las injusticias.
– Exigimos que se hagan todos los esfuerzos necesarios para respetar la memoria de las víctimas, para identificarlas y comunicar la desgracia a sus familiares.
– Nuestra sociedad pierde sus valores fundamentales si no reacciona de forma más humana, y nuestras administraciones no pueden parecer, ni aparecer, como insensibles a esta dramática situación.

HUMANOS O ANIMALES TERRITORIALES

En el último asalto a la valla de Melilla, al menos 27 muertos, cientos de heridos, de todo tipo, pero sobre todo de pobres migrantes. Todo el mundo echa la culpa a las mafias, indican que son personas violentas, armadas, entre otras cosas con piedras, que quieren violar nuestra frontera, “nuestro” territorio. Nadie habla del hambre ni de las injusticias, nadie habla de países de primera y de tercera, nadie habla del hostigamiento a los que se amontonan en las cercanías de esa frontera, nadie habla del derecho de las personas a una vida mejor, a una vida digna.

foto_vanguardia
Foto de la Vanguardia

Las fronteras, ese invento aceptado por todos, que separa lo mío de lo tuyo, lo nuestro de lo de ellos.

Hay otros animales que son también territoriales, que defienden su territorio con uñas y dientes, son capaces de matar y de morir para defenderlo. ¿No hay nada que nos diferencie de ellos? ¿somos así de animales?; ¿ser humanos no nos aporta nada?, ¿no es característico de lo humano cuidar a los más débiles, ser solidarios, compartir lo que se tiene?. O quizá es que estamos dejando de ser humanos para rescatar sólo nuestro lado animal.

A cada paso nos jugamos lo que somos, lo que queremos ser, el legado que queremos dejar a generaciones futuras. Las fronteras nos permiten también eso, descubrir si nuestro lado más humano es nuestra opción como cultura, nuestro legado. Es el momento de decidir si queremos educar a nuestros hijos e hijas en los valores de la acogida, del cuidado, de la solidaridad, del compartir; en definitiva, de la alegría de vivir una vida humana plena, o nos quedamos en vivir un vida desde la crispación, desde la violencia de estar constantemente “guardando” nuestras fronteras para que nadie pueda compartir “nuestro espacio”, “lo nuestro”.

Es la hora de decidir, es nuestro momento como sociedad y como cultura.

Pilar Castillo

MUERTES EN EL ESTRECHO

De nuevo las noticias hablaron de tragedia. Una vez más siete personas fueron rescatadas, una ha desaparecido, cuatro han muerto. Una vez más, uno era un niño.

Una vez más, utilizamos esa expresión recurrente: “han perdido la vida”, pero hablando con un amigo emigrante nos recuerda que no es así exactamente, porque para perder algo primero hay que tenerlo, y vida, precisamente vida, no tenían mucha. Este emigrante que ahora mismo está en un pequeño pueblo de Senegal, nos recuerda, una vez más: “es muy difícil quedarse aquí; como no cambie el régimen social, económico y político, seguirá esta locura. La gente está desesperada, cansada, la mayoría tienen hambre y no tienen nada para dar a sus hijos; estas personas no tienen miedo a nada, ni siquiera a la muerte”.

Por eso, una vez más, nos toca recordar que estas personas no “salen” de sus países, huyen; que la mayoría de las veces no dejan atrás un trabajo, la seguridad de un hogar… no han perdido nada de eso porque nunca lo tuvieron; porque hace tiempo se lo robaron (aunque sería más honesto decir que hace tiempo se lo robamos), haciendo y deshaciendo según nuestro interés pueblos y países, fronteras y límites, relaciones comerciales, reparto de riquezas y pobrezas, propiedad de la tierra y banderas. Una vez más, tenemos que reconocer que, si no han perdido todo eso, es porque hace tiempo que se lo quitamos.

No, no han perdido la vida, han encontrado, ahora sí, entera, de manera brutal, la muerte a plazos que les dejamos como herencia, como único futuro cierto. Y, una vez más, hacemos lo posible por evitar el desenlace final, llevamos helicópteros y barcos de salvamento, pero olvidamos evitar el empujón inicial. Una vez más nos lamentamos por las muertes, pero seguimos haciendo muy poco por las vidas. Y por eso, una vez más, es justo, es necesario, que reconozcamos que la mala gestión de las relaciones internacionales, la mala gestión de la convivencia en esta tierra que debería ser de todos, la egoísta gestión de las fronteras, la pésima gestión de las migraciones, son la causa de esta antigua, repetida y vergonzosa tragedia.

Y porque los que estamos aquí no queremos sentirnos cómplices, mostramos nuestra repulsa ante este sistema injusto y nuestra solidaridad con sus víctimas, guardando un minuto de silencio.

Y recurrimos, una vez más si, a la poesía de Pilar del Rio para mostrar nuestra indignación.

Y repetimos juntos, una vez más, nuestra reivindicación:

– Mostramos nuestra más absoluta indignación por la continua repetición de esta injusticia que supone tantas muertes para llegar a Europa.

– Exigimos que se tomen medidas concretas y urgentes para evitar que se vuelva a repetir esta vergüenza, y garantizar la seguridad de las personas que se ven obligadas a migrar.

– Exigimos que los distintos gobiernos abran vías seguras de migración para las personas que se ven forzadas a dejar sus casas y familias por causa de las guerras, el hambre y las injusticias.

– Exigimos que se hagan todos los esfuerzos necesarios para respetar la memoria de las víctimas, para identificarlas y comunicar la desgracia a sus familiares.

– Nuestra sociedad pierde sus valores fundamentales si no reacciona de forma más humana, y nuestras administraciones no pueden parecer, ni aparecer, como insensibles a esta dramática situación.

NO MÁS MUERTES PARA LLEGAR A EUROPA POR UN MEDITERRANEO
SOLIDARIO

8 MUERTOS EN EL ESTRECHO

En el fondo, en el fondo del mediterráneo, hay, desde la semana pasada, ocho cuerpos más. Que se sepa, claro, puede que haya cien más, pero la verdad es que, en el fondo, no nos importa demasiado.

En el fondo, nos importa más el precio de la gasolina o de la electricidad que la vida de un ucraniano o un ruso. Y mucho más que la de un maliense, o un afgano, si son de otros colores, de otras tierras que nos afectan mucho menos al bolsillo. En el fondo es así, no nos engañemos. Y todos lo sabemos, pero no lo podemos reconocer ni a nosotros mismos; tamaño es el disparate, la deshumanización, la vergüenza que nos da reconocerlo, pero en el fondo lo sabemos.

Es así, nos importan más las fronteras que las personas; son más importantes las patrias y las banderas que ese niño o niña que habitaba el vientre de una de las mujeres que deseaban llegar hasta aquí la semana pasada y que ahora está en el fondo, pero no de nuestros corazones, sino del mediterráneo.

África se va al fondo, África se hunde, y le dedicaremos un día internacional el miércoles que viene, el día 25 de mayo, pero en el fondo nos importa un comino. África se hunde y los africanos se ahogan. Se ahogan en tierra firme y en el mar, se ahogan de pobreza y de agua, pero poco nos afecta y por eso poco nos importa en realidad.

Sabemos que se hunden países y personas, pero nos importan más los ladridos electorales que juegan hasta con eso, y lo peor es que les hacemos caso. Lo peor es que sabemos que el mundo se desmorona, que poco a poco, pero a marchas forzadas, el mundo se desmorona. Nuestra civilización no tiene excusa; la libertad y la seguridad, las patrias y las fronteras se quedan sin máscara, en el fondo sabemos que no son más que economía; economía injusta, egoísta, solo economía en la que las personas no importan.

En el fondo lo sabemos, y, allí en el fondo nos lo recuerdan, una vez más, ocho nuevos muertos.

África se hunde, medio mundo se ahoga, da igual que sea por tanques rusos, bombas españolas o pateras de ningún sitio, nuestro mundo se desmorona, vamos muriendo como personas un poco cada vez, y ahí, en el fondo, nos esperan para recordárnoslo.

Por todas estas personas guardamos un minuto de silencio…

Leemos la POESIA: MI HIJO MUERE CADA TARDE EN EL MAR

Y juntos proclamamos nuestra denuncia y reivindicación

  • Mostramos nuestra más absoluta indignación por la continua repetición de esta injusticia que supone tantas muertes para llegar a Europa.
  • Exigimos que se tomen medidas concretas y urgentes para evitar que se vuelva a repetir esta vergüenza, y garantizar la seguridad de las personas que se ven obligadas a migrar.
  • Exigimos que los distintos gobiernos abran vías seguras de migración para las personas que se ven forzadas a dejar sus casas y familias por causa de las guerras, el hambre y las injusticias.
  • Exigimos que se hagan todos los esfuerzos necesarios para respetar la memoria de las víctimas, para identificarlas y comunicar la desgracia a sus familiares.
  • Nuestra sociedad pierde sus valores fundamentales si no reacciona de forma más humana, y nuestras administraciones no pueden parecer, ni aparecer, como insensibles a esta dramática situación.
    NO MÁS MUERTES PARA LLEGAR A EUROPA POR UN MEDITERRANEO SOLIDARIO

MUERTES EN EL ESTRECHO

Hace apenas 3 semanas nos reuníamos para recordar la memoria de los que habían perdido la vida en esos días y denunciar esta injusticia que provocan las leyes y una forma egoísta e insolidaria de ver el mundo. Hoy desgraciadamente nos volvemos a reunir para denunciar y recordar las nuevas muertes y los nuevos desaparecidos. 10 cuerpos y 15 desaparecidos en Cádiz y otros 2 cuerpos y 10 desaparecidos en Almería. 37 nuevos lazos negros en esta cuerda- cementerio.

Son 37 muertos y desaparecidos por leyes hechas para provocar el dolor y la muerte. Unas leyes y una forma de ver el mundo que aprovecha el anonimato de los muertos; nosotros no los conocemos, pero tienen nombre, los muertos tienen padre y madre, tienen ilusiones y esperanzas, personas que llaman y que quieren saber sobre sus hijos, sus hermanos. Los muertos son personas, no son cosas, por eso la muerte, la injusticia, provoca tanto sufrimiento.

Por eso no podemos callar, no podemos dejar que gente sin alma, sin corazón, siga con sus discursos de odio, con su “se lo tienen merecido”, con su “teníamos que echar a todos al mar”. Tenemos que estar muy por encima de ellos, tenemos que decirles que aún hay muchas personas que sufren cuando se producen estas muertes y que es necesario un cambio en la sociedad. No queremos ser cómplices, queremos denunciar este sin sentido, queremos seguir llorando mientras ocurren estas tragedias buscando un día en el que dejemos de llorar:

Alguien que los llore,
ya no pido más que eso,
no espero que desaparezcan las fronteras
no creo que se borren muros y alambradas,
no cesarán las guerras
y las seguirán perdiendo los de siempre,
no cambiará el sistema, el dinero, el poder…
no habrá vías seguras para escapar del hambre,
para sacudirse de encima tanta injusticia,
para huir de la muerte.
seguirán llamando las familias,
seguirán buscando las madres,
añorando los hermanos,
extrañando las hijas.
No pido enterrarlos dignamente,
nos seguirán acompañando en la espuma del mar
o en una tumba sin nombre.
Ya solo espero que siga estremeciendo el corazón,
que me duelan las tripas,
que las entrañas no se cierren para siempre,
solo pido que, también en este lado del mar,
haya alguien que los llore, ya no pido más que eso.

Terminada la lectura de la poesia volvemos a leer la poesía de Pilar del Río “Mi hijo muere cada tarde en el mar”.

Posteriormente guardamos un minuto de silencio y todos y todas juntos proclamamos nuestras denuncias y reivindicaciones, hay soluciones, no puede faltar interés.

– Mostramos nuestra más absoluta indignación por la continua repetición de esta injusticia que supone tantas muertes para llegar a Europa.
– Exigimos que se tomen medidas concretas y urgentes para evitar que se vuelva a repetir esta vergüenza, y garantizar la seguridad de las personas que se ven obligadas a migrar.
– Exigimos que los distintos gobiernos abran vías seguras de migración para las personas que se ven forzadas a dejar sus casas y familias por causa de las guerras, el hambre y las injusticias.
– Exigimos que se hagan todos los esfuerzos necesarios para respetar la memoria de las víctimas, para identificarlas y comunicar la desgracia a sus familiares.
– Nuestra sociedad pierde sus valores fundamentales si no reacciona de forma más humana y nuestras administraciones no pueden parecer, ni aparecer, como insensibles a esta dramática situación.

¡NO MÁS MUERTES PARA LLEGAR A EUROPA, POR UN MEDITER´RÁNEO SOLIDARIO!

CRISIS MIGRATORIA EN CANARIAS 2019-2021

Desde la Asociación nos hemos propuesto profundizar y dar respuesta a algunas de las situaciones relacionadas con el mundo de las migraciones. Se trata de visualizar problemas y plantear que no hay que esconder la cabeza sino buscar soluciones.

Empezamos con la situación en Canarias, nos parece un tema profundo y que hay que seguir trabajando. La reflexión es de Francisco Sanz miembro de la Junta Directiva de la Asociación.

Tendemos a pensar que las rutas migratorias se centran en el Mediterráneo. Estamos acostumbrados a las noticias sobre la llegada de pateras a las costas andaluzas, ruta desde Marruecos hacia España; hemos contemplado, años atrás, las dramáticas, por cantidad y fallecidos, avalanchas de migrantes hacia Lampedusa desde las costas de Libia, ruta del Mediterráneo central, hemos oído la labor que realizan barcos como Aquarius , Open Arms, Aita Mary en estas zonas, hasta el Papa visitó Lampedusa como solidaridad con los migrantes y los miles y miles de muertos y desaparecidos en esa zona; nos hemos conmovido con las imágenes del cadáver del niño Aylan en la ruta oriental por la que sirios, afganos y otros accedían, desde Turquía, a las islas del Egeo.

Pero existe otra ruta, la ruta desde la costa occidental de África (Sur de Marruecos y antiguo Sahara español, Mauritania, Senegal) hacia las Islas Canarias. Esta ruta fue muy conocida en la llamada “crisis de los cayucos de 2006” en la que unos 36.000 migrantes lograron llegar a las Islas afortunadas. Esta crisis se solucionó retornando a la mayoría de migrantes a Mauritania en base a un tratado entre España y este país de 2003. Esta devolución masiva se endulzó con ayudas económicas y de logística a Mauritania y se procedió a sellar la ruta a base de sobresueldos, pagados de nuestros presupuestos generales y fondos de la U.E., a la policía de frontera mauritana, marroquí y senegalesa. Durante años, estos sobresueldos han sido muy eficaces en lo que a impedir las migraciones por esta ruta se refiere.

Hasta que llegó la pandemia y el tratado de pesca de la U.E. con Senegal. Con la pandemia llega la crisis económica a Marruecos, con los grandes pesqueros europeos se arruina la pesca artesanal de Senegal. Si la economía de los países africanos con costas en el Atlántico que miran a Canarias era precaria, ahora ha caído en colapso. En definitiva, una masa ingente de personas de estos países se ve en la miseria y sin futuro.

Un futuro que los empuja a un peligroso viaje que deja un trágico dato a tener en cuenta en esta reflexión, 1851 personas murieron en 2020 en esta ruta (Caminando Fronteras)

En Mauritania hay un cambio de gobierno y los sobresueldos e incentivos para parar la migración dejan de ser eficaces.

Enlace al artículo, muy interesante PINCHA AQUÍ

La crisis está servida, pateras y cayucos empiezan a llegar a Canarias ya en 2019. Al principio en cantidades asimilables, pero en 2020 alcanzan la cifra de 23.000, la mitad de estas llegadas se concentra en sólo un mes, de 15 de octubre a 15 de noviembre. La mayoría de migrantes llegan a Gran Canaria y se reciben en el puerto de Arguineguín que entra en colapso: sus instalaciones, que deprisa y corriendo, se han preparado para recibir un máximo de 300 migrantes, llegan a acoger a 2.600, duermen sobre el suelo al raso, comen de bocadillos, no se les puede atender a nivel legal ni cumplir los requisitos que la propia Ley de extranjería impone.

Protestan los políticos regionales, el juez de vigilancia del C.I.E. de Gran Canaria, el Defensor del Pueblo, las ONG…, las imágenes de los medios de comunicación son escandalosas y, esta vez, no hay posibilidad de devolverlos a sus países de origen o partida, las fronteras están cerradas por la pandemia. En vano los ministros de Exteriores o Interior viajan y se entrevistan con sus homólogos de Marruecos o Senegal, no hay resultados.
Se adopta una solución discutible, rechazada de plano por los migrantes, injusta, pero que se va a imponer bajo la excusa de la provisionalidad, la presión de la U.E., la idea de evitar el “efecto llamada” o razones parecidas. Esa solución es el alojamiento en las islas, especialmente Gran Canaria, de los migrantes. Alojamiento en “jaulas de oro” como alojamientos turísticos vacíos por la pandemia, solución “provisional” mientras se adecúan instalaciones oficiales en donde lograr alojar a todos los migrantes. La mayoría de esas instalaciones son carpas levantadas presurosamente en terrenos militares y cuarteles. Quizás estas carpas tengan sentido para alojar tropas del ejército en maniobras, pero no son idóneas en la situación que nos ocupa. La borrasca “Filomena” embarrará una buena cantidad de ellas y grupos de migrantes montan sus propios campamentos por no estar conformes con este tipo de alojamiento y sus notables carencias.

Pero el problema no es tanto la escasa calidad del alojamiento o de la comida, la falta de asistencia jurídica o el largo tiempo en la resolución de las peticiones de asilo, el gran problema es que, en Canarias, se copia de forma más o menos humanizada, el “modelo Lesbos”. Es decir, grandes acumulaciones de migrantes en la periferia fronteriza de la U. E. bloqueados en su camino hacia la Europa rica, auténticos campos de concentración en los casos de las islas del Egeo y vergonzantes en Canarias, lugares donde pudrir las esperanzas de los llegados y escarmentar en ellos a futuros migrantes.

En febrero de 2021 parece que la crisis ha superado su momento agudo y se cronifica. Pero durante el mes de marzo se produce un repunte en las llegadas con escenas dramáticas como la imagen de la pequeña Nabody de dos años llegando a Arguineguín en parada cardiorrespiratoria y reanimada in extremis sobre el suelo del muelle.

Desgraciadamente, a la hora de repasar este trabajo, nos ha llegado la noticia del fallecimiento de Nabody. No es el momento de quedarse en un mero sentimiento de tristeza, es el momento de actuar.

Porque, aunque cerremos los ojos, está claro que no, la crisis no va a parar porque el número de los desesperados aumenta sin cesar en las costas del Mediterráneo y el Atlántico africano, la situación económico-política de los países de origen y partida hacen prever avalanchas en tiempo cercano.
Solo nos queda elegir entre las opciones posibles:

  1. Modelo Lesbos, contención de los migrantes en la periferia de la frontera de la U.E. en centros de internamiento cuyas condiciones se irán endureciendo conforme la presión se haga más fuerte hasta convertirlo en campos de concentración inhumanos, copias de los construidos por los nazis, con renuncia a todo respeto a la dignidad de los migrantes y a la nuestra propia.
  2. Modelo de gestión del derecho a migrar que sea capaz de establecer rutas seguras de migración, acogida, integración y promoción. Este modelo es inseparable del respeto al derecho a no migrar, es decir, a promocionar condiciones en los países de origen que hagan real la opción de quedarse porque exista un mínimo de oportunidades para llevar una vida humana digna.

El segundo modelo requiere esfuerzo, recursos, tiempo, tesón. El modelo ya ha sido propuesto por el Papa, Francisco, en su encíclica Fratelli Tutti. Con él reconocemos los derechos del migrante, se restaura y desarrolla a los países emisores de migraciones en un mundo global donde todos estamos implicados…, nuestras sociedades se enriquecen más allá de la defensa de sus, insostenibles e indefendibles, intereses egoístas a corto plazo. Un auténtico reto, un reto que, como el cambio climático, es propio del S. XXI y nos implica a todos sin que podamos recurrir a políticas de “avestruz” pues, de no confrontarlo, sus consecuencias, ya evidentes y cercanas, nos afectarán con dureza.

El otro modelo, el primero, el modelo “tapón” o Lesbos supone, en un plazo ya cercano, dejar que se agrande el problema y, conforme se agrave, requerirá adoptar medidas cada vez más radicales e inhumanas de las que seremos cómplices. No garantiza eficacia a medio plazo y es seguro un aumento de la conflictividad que puede alcanzar niveles distópicos. La historia nos muestra demasiados ejemplos de murallas rotas y sistemas destruidos por su cerrazón en proteger su riqueza, sus intereses egoístas a costa de marginar a los otros, a los “bárbaros”.

Francisco Sanz
Almería, 24 marzo 2021