Aprovechando estos días de puente para la enseñanza, un grupo de amig@s, simpatizantes de Almería Acoge, nos hemos dado cita en Tetuán, para conocer mejor esta zona del norte de Marruecos y para conocer el proyecto que estamos desarrollando allí.
A pesar de las dificultades para ir y venir por culpa del mal hacer de las compañias navieras, el balance de la visita no puede ser sino muy positivo.
Como turistas hemos visto casi de todo: El primer día visitamos la ciudad: entramos en el Museo Arqueológico, que merece la pena; y por la tarde nuestro guia-acompañante-colaborador nos dió un paseo por la Medina junto a un grupo de personas que colaboran con la Asociación desde allí; hasta nos tomamos un té en la Plaza, viendo el trajín diario de esa «ciudad dentro de la ciudad», tal y como nos la describieron. El segundo día salimos de excursión, y visitamos las ruinas portuguesas de Kasar Seguir, del siglo XV; Asilah, con su Medina siempre muy cuidada, al borde del Atlántico; y el cromlech de M’zora, de mas de 5000 años de antigüedad. Al día siguiente
el Parque Natural de Akchour, espectacular, y hasta paramos a refrescarnos en el área recreativa, donde había varias tirolinas que mas de uno habría probado…y mas de uno también habría salido corriendo antes de probar; y Chefchauen, el pueblo azul en la montaña, un lugar inigualable, lleno de rincones para retener en la retina y en la cámara de fotos. Para nuestras visitas nos acompañaban tanto Nourdin como Suleiman, un chico encantador, buen guía, dispuesto siempre a compartir un buen rato de conversación y además era quien nos explicaba los lugares que visitabamos. El último día lo reservamos para la Asociación. Nos reunimos en el
Hospital Español, donde Almería Acoge dispone de un local, y alli se dieron cita algunas de las personas con las que hemos trabajado en estos tres años que llevamos en Tetuán. Fué un momento emocionante, porque ellos tampoco se conocían, y compartir las dificultades y aciertos de sus intervenciones en el proyecto le dió a todo el encuentro una dimensión más allá de lo que cada uno y cada una conocía. Y para quienes viajamos desde Almería supuso abrir las puertas a un trabajo dificil, constante y sobre todo,apasionante. Creo que no me equivoco si digo que a partir de ahora, cunado se nombre ese proyecto en la Asociación, todos nos sentiremos un poquito más partícipes, y lo seguiremos como algo más personal, porque conocemos caras, acentos, sonrisas, conversaciones con gestos y cuatro palabras en arabe-español, sabores… en definitiva, vivencias que transforman nuestra visión de esa realidad en algo vivo.
¿Lo mejor? Para mí, las personas con las que he compartido este viaje. Las que me han acompañado desde aquí, las que nos esperaban allí con toda la ilusión para hacerse cargo de nosotros; las que viviendo allí nos han hecho un hueco en sus vidas, y nos han dejado entrar en su mundo con una sonrisa, las que me han atendido en las tiendas, bares y el riad, las que intentaban que hablara en marriquí y se esforzaban por hablarme en español, las que me he cruzado por las calles y me han mirado con un deje de hospitalidad. Porque han sido muchas.
Un nuevo viaje a Tetuán, cada vez nos sentimos más en nuestra casa, en nuestro entorno cuando vamos a estas tierras. Cada vez más conocidos, cada vez más personas con las que compartimos, con las que trabajamos.
En este viaje hemos revisado cómo va el trabajo, y la conclusión es que va bastante bien, que se está avanzando en los distintos frentes que tenemos abiertos y que cada vez encontramos más espacios de participación.Esto no significa que podamos darnos por satisfechos, queda mucho por hacer; pero desde luego pensamos que ya hemos pasado la fase de consolidación.
Con el grupo de chicos y chicas voluntarias, a pesar de sus dificultades, por la distancia, el estudio y el trabajo. Estamos terminando la fase de formación y se han planteado dar un paso adelante para mantener la parte del proyecto relacionada con los más peques. En concreto trabajan a dos niveles, por un lado con los niños y niñas de la Medina de Tetuán para trabajar temas de autoestima, colaboración mutua, trabajo en grupo, destrezas, capacidades, valores, etc, un trabajo de cara a que se puedan plantear un futuro, pensando siempre en la educación como forma de poder salir de la situación de exclusión. En este sentido es el segundo nivel, se trabaja en apoyo escolar para aquellos que lo necesitan, a lo largo de la semana van por las tardes y allí se le refuerza lo que ven en la escuela.
Con los peques hemos estado en una de las actividades que hacen. En estas actividades se combinan juegos de grupo, actividades formativas, películas, etc. Están muy entretenidos y están encantados de venir. Se lo pasan muy bien y se ve cómo van evolucionando. Es la cara más emotiva del viaje. Por un lado por la cara de los peques y por otro el ver como los jóvenes que hemos formado son ya capaces de trabajar de forma autónoma y de poner en marcha y mantener el proyecto.
Con las madres de los peques también vamos avanzando, estamos creando espacios donde se puedan expresar con libertad y poder tratar sus problemas y los de los niños, normalmente lo hacemos a través de manualidades y compartiendo una merienda. Es muy importante este trabajo por que son las encargadas de la educación de los más pequeños, fundamentalmente y es importante que vean la importancia del estudio y de un porvenir. Es una forma de salir de situaciones en unos casos de exclusión y en otros de soledad o de dificultad para hacer algo más.
A nivel asociativo, hemos firmado un convenio de colaboración con una asociación marroquí, Kolub Tetauniya (Corazones Tetuanies), muy implicada también en temas educativos y en la formación de jóvenes. Es además un asociación fundamentalmente de mujeres que quieren empujar un cambio positivo en Tetuán.
La última parte de nuestro trabajo ha sido en Martil, en el centro Lerchundi donde estamos colaborando con formaciones para educadores. En esta ocasión se les ha dado una charla activa sobre grupos interactivos y actividades para grupos. La participación ha sido muy alta y todos han estado encantados con las actividades que se les han propuesto. Es un grupo variopinto, con mucha variedad de idiomas, a pesar de lo cual se puede trabajar muy bien.
Pocos días, muy intensos, un proyecto consolidado que es necesario mejorar y potenciar.
El proyecto de codesarrollo que estamos desarrollando en Tetuán, nos está permitiendo conocer a mucha gente y estar implicados en muchas situaciones muy interesantes que nos van abriendo nuevos caminos dentro del trabajo que allí estamos realizando.
A lo largo del año, en los distintos viajes que hacemos a Tetuán, los y las jóvenes que están en el proyecto que desarrollamos nos han venido demandando clases de español. Les parece que es algo interesante y que les puede servir en el futuro. Si embargo, en el tiempo que nosotros estamos allí es imposible poder cubrir esta demanda, ya que hay mucho trabajo y formaciones básicas sobre el lo que se va a realizar allí y pocos días, así que la demanda la hemos ido posponiendo sin olvidarla.
Por fin, este verano hemos sido capaces de darles una respuesta gracias a las vacaciones solidarias que se ha planteado Blanca. Ella va a pasar unos días en Tetuán y nos comentó si había algún tipo de actividad que pudiera hacer. Le planteamos el tema de las clases de español intensivo para un grupo de personas ligadas a nuestro proyecto y estuvo encantada. Así que durante el mes de Agosto están teniendo un curso intensivo de español muy dinámico y aplicado los jóvenes ligados al proyecto.
Queremos agradecer enormemente la labor de Blanca y su solidaridad. Esto nos empuja además a plantearnos nuevos campos de trabajo como decíamos al principio. Más personas nos han preguntado sobre la posibilidad de dedicar parte de sus vacaciones a nuestro proyeto, se las plantean como vacaciones solidarias ayudando a los demás. Gracias a Blanca le hemos dado un buen empujón a este proyecto que ya está muy consolidado.