Ya hemos llegado al ecuador de la escuela de verano que desarrollamos en el entorno de la Fuentecica y Plaza de Toros. Este años trabajamos con grupos de niños y niñas desde los 4 a los 12 años promoviendo la atención personalizada. Por un lado tenemos que hacer frente a la situación de pandemia que vivimos que nos limita algunas actividades sobre todo grupales por otro lado hay que echar mano de la imaginación para solventar esta dificultad y conseguir que se diviertan y disfruten de la Escuela.
La labor de las personas que están llevando a cabo el proyecto es enorme, con un gran espíritu de trabajo y de mejora diaria que hace que los asistentes a la escuela y sus familias estén muy satisfechas. Con una planificación detallada pero con capacidad de amoldarse al día a día se van organizando actividades y propuestas de trabajo y organización para que el interés no decaiga.
Las actividades que se desarrollan en la escuela de verano son muy variadas. En ellas se hace hincapié tanto en temas de refuerzo escolar, como de colaboración y aprendizaje en el diálogo y el trabajo en grupo, se les ayuda, en función de la edad, a tener responsabilidades y valorar lo que se hace, se trabaja mucho la lectura y el desarrollo de habilidades incluido el ajedrez. El trabajo es complejo pero los resultados son muy buenos.
Sobre el autor