A pesar de los calores que hacen estos días, la escuela de verano de la Fuentecica sigue con su labor, intentando refrescar un poco la temperatura. Con múltiples actividades, desde la motivación al estudio hasta juegos colaborativos vamos pasando los días de forma divertida y educativa.
Por supuesto no podemos olvidar la garantía alimentaria de estas personas que están en situación de vulnerabilidad. Junto al desayuno y la comida se trabaja la higiene alimentaria y se trata de que adquieran buenos hábitos, dentro de las posibilidades respecto a la alimentación.
Este año, especialmente hemos conseguido crear un clima de compañerismo y de espacio libre de tensiones muy importante. Esto es gracias a las actividades que se están haciendo, programadas para que la escuela de verano resulte un momento de interés, atractivo para los niños y niñas que van a ella.
En estos momentos estamos preparando la fiesta final en la que queremos implicar además a las familias y al barrio en general para que se sienten parte de este proyecto.
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