La interculturalidad es mucho más que la suma de personas, es aprender a convivir, a relacionarnos, a colaborar, a crear espacios comunes entre distintas culturas, donde allá un dialogo y un acercamiento. En este sentido estos días hemos realizado algunas actividades encaminadas a esta convivencia donde se interactúa y se facilita el conocimiento entre personas que comparten un espacio donde viven y una problemáticas similares.

Por un lado hemos creado un punto de encuentro aprovechando el mes de Ramadán, el Iftar es el momento de ruptura del ayuno para los musulmanes, al atardecer y supone un momento interesante para compartir, hemos cocinado juntos, mientras hablábamos del significado del Ramadán, los valores que comparte con otras culturas y como esto se extrapola en otras religiones, por ejemplo valores como la caridad (Zakat y Sadaqah), empatía y solidaridad, la reflexión y la autodisciplina, el perdón y la unidad familiar, se comparten en diferentes fechas en la religión cristiana, hindú y judía, como ejemplos de otras creencias, pudiendo compartir estos meses y vivir en comunidad en base al respeto y convivencia.
También, aprovechando estas fechas, el miércoles, tuvimos una convivencia con los más pequeños y sus mamas y papas. Las convivencias permiten que padres y madres se conozcan entre sí, creando un ambiente más unido y solidario dentro de la comunidad del barrio, dentro del modelo de trabajo comunitario que la asociación quiere desarrollar. Esto contribuye a un sentido de pertenencia y colaboración, lo cual beneficia tanto a los más pequeños, como a sus familias. Los niñ@s se benefician enormemente al ver a sus padres participando en actividades escolares, ya que esto les da una sensación de seguridad y apoyo. Además, el que madres y padres se involucren crea un modelo positivo de cooperación y respeto que los niños pueden imitar.


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