El viernes pasado, tres muertos acompañaban a las personas rescatadas en el Mar de Alborán que llegaron hasta Almería; el pasado domingo eran cinco personas más las que no pudieron ser rescatadas, las que desaparecieron en el mar. Son, en pocos días, ocho personas fallecidas que se suman a esta macabra cuenta de víctimas mortales, la cuenta de resultados de esta forma inhumana de administrar el mundo, de gestionar conflictos bélicos, desastres naturales, gobiernos fallidos, dictaduras, injusticias.
Son ocho nuevas vidas perdidas, ocho nuevos sueños ahogados, sumando, solo en lo que va de año y en nuestras costas más cercanas, 74 personas muertas.De nuevo nos reunimos para mostrar nuestra solidaridad, nuestro dolor, para mostrarnos cercanos a las víctimas y sus familias. Pero también nos concentramos para mostrar nuestra repulsa a la aparente falta de sensibilidad de los gobiernos de España y de Europa, a la falta de iniciativas para poner fin a esta sangría humana que nos salpica directamente. Una falta de reacción que nos provoca, una vez más, vergüenza e indignación.
En una parte muy importante, Europa, como el resto del primer mundo, es responsable de las migraciones forzadas, del injusto reparto de la riqueza, del apoyo a gobiernos títere de los grandes intereses comerciales, del desastre ecológico, del apoyo a las guerras abiertas. Somos responsables directos de las causas que provocan pobreza, injusticia, hambrunas y guerras y, por tanto, responsables directos de la necesidad de huir, de escapar de la muerte y la miseria. Nuestra respuesta no puede seguir siendo únicamente el control de las fronteras, no podemos seguir dando la espalda a nuestra responsabilidad en las causas de tantas muertes.
Estas ocho nuevas personas muertas sólo buscaban hacer lo que el ser humano ha hecho desde que se reconoce como tal, lo que hace cualquier ser vivo: intentar un futuro mejor, salvar su vida. Ninguna ley podrá nunca interponerse a las ansias de seguir viviendo de cualquier persona. La gestión de esta realidad, por parte de nuestras autoridades es, por tanto, ineficaz, injusta e inhumana. Dios, la historia o el género humano como tal, en algún momento, pedirá cuentas, señalará responsables, señalará a quienes no han hecho lo posible porque estas muertes no se repitan. Nosotros también lo hacemos mostrando nuestra indignación y nuestra repulsa. No más muertes para llegar a Europa. Por un Mediterráneo solidario.
ESCRITO A RESONSABLES PÚBLICOS
Ante los reiterados naufragios que provocan tantas muertes para llegar a Europa, vecinas y vecinos de Almería le pedimos, como representante público, que transmita a las autoridades pertinentes nuestra más absoluta indignación por la continua repetición de estas situaciones.Visto que el control de fronteras actual no evita estas situaciones y ante la inactividad y la falta de sensibilidad que públicamente manifiestan mayoritariamente las distintas administraciones, exigimos que se tomen medidas concretas y urgentes para evitar que se vuelvan a repetir estas situaciones y garantizar la seguridad de las personas que se ven obligadas a migrar.
Exigimos, por tanto, que los distintos gobiernos abran vías seguras de migración para las personas que se ven forzadas a dejar sus casas y familias por causa de las guerras, el hambre y las injusticias. Igualmente, exigimos que se hagan todos los esfuerzos necesarios para desarrollar un procedimiento de identificación de las víctimas y de comunicación a sus familiares.
Nuestra sociedad y nuestras administraciones no pueden parecer ni aparecer como insensibles a esta dramática situación.